Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa dispusieron el congelamiento por 180 días de los sueldos y dietas de senadores y diputados nacionales así como sus asesores políticos.
De este modo, el Congeso Nacional realizará un gesto de austeridad en tono con la emergencia planteada por el gobierno nacional, recortando los ingresos de uno de los sectores más pudientes del país.
La decisión llega tras la acusación de legisladores opositores, como Waldo Wolff, señalando que el gobierno ajustaba en los sectores de mayores ingresos pero que evitaba tocar la casta política.
Inicialmente, Massa disipó la bomba de humo señalando que las y los diputados podían solicitarle el descuento de haberes, algo que ninguno de ellos hizo. Ni siquiera Nicolás del Cambio, que hace años repite que un diputado debe ganar como un maestro.
Tanto Massa, presidente de la Cámara de Diputados, como Cristina Fernández, presidenta del Senado, firmaron resoluciones casi idénticas congelando los haberes de legisladores, autoridades de cámara. En la Cámara Baja, el congelamiento alcanza también al personal político.
En su resolución, Massa señaló que “resulta imprescindible transitar el camino de la austeridad en la función pública, guiados por la ética de la solidaridad y promoviendo políticas acordes a la realidad”.