La vicepresidenta electa Cristina Fernández Kirchner se presentó este lunes en declaración indagatoria en los juzgados tribunales de Comodoro Py y declaró en la causa por supuestas irregularidades en la obra pública de Santa Cruz. Fue ante el Tribunal Oral Federal nº2, que se negó a difundir en vivo la declaración.
Ante de que comience su aletato, Gabriel Palmeiro, uno de los abogados de Julio de Vido, pidió la palabra y señaló que “no es obstáculo alguno ni se vería vulnerado el principio de igualdad” si la declaración de CFK fuera transmitida, algo que el Tribunal negó con ese argumento.
Al inicio de su declaración, Cristina insistió que la negativa a televisar su declaración es “una clase práctica del lawfare en la argentina llevado a cabo por este tribunal”.
“Esta causa que se conoce mediáticamente con el nombre de la causa de la corrupción de la obra pública tuvo una difusión mediática en vivo y en directa inédita”.
“Tengo una suerte cuando sortean jueces… siempre me tocan Bonadío o Ercolini. La verdad es que deberíamos revisar un poquito cómo se desarrollan los sorteos en Comodoro Py”, agregó vicepresidenta electa.
La exmandataria criticó duramente el rol de la Oficina Anticorrupción, la Unidad de Información Financiera (UIF) y la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Los dos primeros organismos nombrado son quienes ejercen la acusación por la presunta corrupción en la obra pública.
En ese contexto, Cristina señaló que la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, “no es abogada” y que el titular de la UIF, Mariano Federici, está vinculado al banco HSBC, investigado por lavado de dinero.
Sobre la AFI, recordó que en el marco de la Causa de Dolores se reveló que las declaraciones de los testigos muchas veces eran “guionadas”, como la del mediático Leonardo Fariña. En relación a estos hechos, cargo las culpas contra el ministro de Justicia, Germán Garavano.
Además, Cristina recordó que cada vez que fue citada a declarar se presentó, incluso cuando Bonadio la citó a prestar ocho indagatorias en una misma mañana. Indignada, la vicepresidenta electa lo contrastó con la postura tomada por el fiscal Carlos Stornelli que pasó nueve meses en desacato.