Las actuales autoridades de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) entregaron a la Justicia mails enviados por exfuncionarios de la entidad que muestran acciones persecutorias del organismo contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y su familia.
El exsubdirector de Operaciones Impositivas Jaime Mecikovsky, denunciado por sus probados vínculos con el fallecido juez emblema del lawfare Claudio Bonadio y la líder de la Coalición Cívica Elisa Carrió, explicita su intención de coordinar con la UIF cómo involucrar a Florencia Kirchner en una causa por supuesto lavado de dinero.
“Hablaré con la UIF, quiero trabajarlos directamente con la hipótesis de lavado para que no puedan zafar con blanqueo y moratoria… Flor K es contribuyente de quién?”.
Este correo de 2016, emitido por Jaime Mecikovsky, fue presentado por la AFIP a la Justicia. Muestra la persecución de la AFIP macrista: diseñaba una táctica específica para intentar mandar a la cárcel a Cristina Fernández de Kirchner y les pregunta a otros funcionarios de la AFIP quién está a cargo de los controles sobre Florencia Kirchner, para ver también cómo la involucraba.
Mecikovsky, exsubdirector de Operaciones Impositivas, fue un aliado clave del fallecido juez Claudio Bonadio y ya fue denunciado en reiteradas ocasiones por filtrarle información impositiva protegida por el secreto fiscal a Elisa Carrió.
El mail es una evidencia más de la metodología utilizada: la AFIP llegó a crear grupos de tareas (así se llamaron, igual que los grupos que secuestraban durante la dictadura) para perseguir a los Kirchner y a los dueños de empresas a los que quisieron apretar para que las vendieran a amigos del gobierno de Mauricio Macri.
La causa
El mail de Mecikovsky fue entregado a la Justicia por los abogados de la AFIP, por orden de la actual titular del organismo Mercedes Marcó del Pont.
En este momento, la causa está en manos del juez Julián Ercolini, quien subroga el juzgado que ocupaba Bonadio, e interviene la fiscala Paloma Ochoa.
Los principales imputados son los extitulares de la AFIP durante el macrismo, Alberto Abad y Leandro Cuccioli, junto con algunos exfuncionarios que jugaron un papel clave en la persecución, entre ellos Mecikovsky.
Y la AFIP sólo fue uno de los instrumentos que se utilizaron para este fin entre 2016 y 2019. Como se señala en el mail, Mecikovsky quería sumar la Unidad de Información Financiera (UIF) a la operación, justamente para buscar una prisión preventiva.
El propio Bonadio utilizó los elementos para procesar por lavado de dinero no sólo a Cristina y Máximo Kirchner, sino -como sale en el correo- a Florencia Kirchner.
El viernes pasado, los tres fueron sobreseídos en la causa Hotesur-Los Sauces, donde se les intentaba atribuir ese delito. Dos jueces, Daniel Obligado y Adrián Grünberg, explicaron que en ningún momento se blanqueó dinero “negro” (lavado de dinero), porque la obra pública se paga por banco y los alquileres de los Kirchner también fueron en blanco, a precios de mercado, bancarizados y pagados los impuestos correspondientes.
La jugada de acusar por lavado era lograr las prisiones. En todo caso, si hubo una irregularidad en la obra pública se está tratando en un juicio específico sobre las obras viales en Santa Cruz, a cargo del Tribunal Oral Federal 2.
En los dos años y medio que lleva ese juicio, a Cristina Kirchner ni se la mencionó porque las obras se votaron en el Congreso Nacional y todo lo demás -licitaciones, adjudicaciones, control de las obras- se hizo en Santa Cruz.
Uno de los aspectos más groseros en esa causa fue que procesaron a Florencia Kirchner que en el momento de ponerse en marcha las sociedades tenía nueve años y nunca firmó ni tuvo decisión sobre ninguna operación. La matriz de persecución, protagonizada por todos los organismos del macrismo y que se refleja en el mail, tuvo las consecuencias en la salud de Florencia que fueron públicas y notorias.
Tras la presentación del texto de ese mail sobre lavado de dinero y con referencia a Florencia Kirchner, así como otros que se mantienen en reserva, la Justicia ordenó a la AFIP que preserve todos los correos electrónicos internos.
Al mismo tiempo se le aportó al juzgado documentación relevante que surgió de las distintas áreas y se presentaron las conclusiones preliminares de los sumarios administrativos internos destinados a determinar responsabilidades de los funcionarios que intervinieron.
La investigación estuvo a cargo de la Subdirección General de Auditoría Interna, Asuntos Jurídicos y Recursos Humanos, así como la Dirección General Impositiva. Cada parte aportó sus conclusiones.
La contundencia de la documentación fue tal que no sólo firmaron las máximas autoridades de cada área, sino que fueron suscriptas por todos los funcionarios jerárquicos que fueron designados y desempeñaron su labor durante la gestión macrista. Esas firmas desmienten la presentación que hizo Mecikovsky en la causa, aduciendo que las auditorías -de donde salió este mail- fueron adulteradas.