El Concejo Deliberante tratará este viernes el proyecto de ordenanza enviado por el Departamento Ejecutivo, por el cual se actualizan las tarifas del servicio de transporte público urbano. Además, nuevamente vecinas y vecinos de la ciudad convocaron al recinto del deliberativo para oponerse al proyecto oficialista.
El aumento propuesto por el gobierno municipal
Cabe destacar que el proyecto del ejecutivo en manos de Héctor Gay va en contra las palabras del propio intendente Bahía Blanca. Recordemos que tras haber sido releecto, el jefe comunal macrista manifestó que habría que esperar a ver qué definició tomara Axel Kicillof como gobernador, en lo atinente a los subsidios al transporte.
Ante la postergación de la aprobación de los presupuestos nacional y provinciales, y por ende, de la definición por los montos que serán girados a la comuna bahiense en concepto de subsidios al transporte público, Gay envió la ordenanza en cuestión que lleva el pasaje básico de colectivo cuesta hoy día $29,85 y el nuevo monto sería de $38,45, con casi un 29% de aumento.
¿Se podrá ingresar al Concejo Deliberante?
A través de redes sociales y aplicaciones de mensajería móvil circulan diversas convocatorias para que las y los vecinos bahienses se apersonen al Concejo Deliberante, en rechazo del aumento de la tarifa de transporte público.
La convocatoria no es al recinto del deliberativo, para escuchar las intervenciones y argumentos de los ediles, sino que convocan afuera del edificio.
Todavía está fresco el recuerdo de la jornada del 4 de enero pasado, en la que se aprobó el anterior aumento, cuando el entonces presidente del Concejo Deliberante, Nicolás Vitalini, unilateralmente decidió impedir el ingreso a la ciudadanía al recinto.
En violación del reglamento interno del Concejo Deliberante bahiense, Vitalini convocó agentes de policía para que impidan el ingreso al recinto.
Esta fue la primera de las dos veces que Vitalini pasó por arriba del reglamento del cuerpo que presidía, siendo la segunda ocasión el día 1 de marzo de 2019, cuando el intendente Héctor Gay inauguró las sesiones ordinarias.
En esa ocasión, Vitalini restringió el ingreso solamente a “invitados protocolares” y “periodistas acreditados” e hizo un segundo papelón al mandar a instalar una pantalla en Plaza Rivadavia para que se pueda ver el discurso del intendente. La asistencia fue virtualmente nula.
El rol de Fernando Compagnoni como flamante presidente del HCD
A nadie escapa que la salida de Nicolás Vitalini de la presidencia del Concejo Deliberante fue forzada por el intendente Héctor Gay para exhibir un gesto de diálogo hacia la oposición.
En un contexto de consolidación de la oposición y de una composición equitativa del órgano deliberativo bahiense, el jefe comunal de Bahía Blanca necesita consensuar realmente con la oposición local y no meramente hablar de diálogo.
De doce concejales de la oposición, once de ellos pertenecen al bloque del Frente de Todos, que unificó el peronismo por primera vez desde 2003. La unificación responde, según la presidenta del bloque, Gisela Ghigliani, a la necesidad de priorizar “un proyecto colectivo”
La edil restante es Gabriela Schieda, una política de identidad radical que dejó el bloque de concejales oficialista luego de sufrir el destrato del oficialismo. Hoy integra un monobloque que en la práctica se encuentra, parafraseando a Alfonsín hijo, más cerca del Frente de Todos que del PRO.
Por otra parte, el flamante presidente del deliberativo bahiense, Fernando Compagnoni es tenido como un hombre de diálogo, moderado y respetuoso de la institucionalidad.
En ese sentido, la apuesta de Héctor Gay es que su designación sirva para dejar atrás los excesos de Vitalini, tanto como los propios. Cabe recordar que Gay ha hablado de “enemigos internos” e incluso en campaña, intentó igualar peronismo con corrupción.
Este viernes se sabrá si Fernando Compagnoni está a la altura de presidir el Concejo Deliberante bahiense, la casa del pueblo y lugar de representación por excelencia de la oposición, o si por el contrario seguirá los pasos de Vitalini sintiéndose dueño del recinto y de la democracia bahiense.