La senadora nacional Cristina Kirchner trabaja incansablemente en la unidad de la oposición para derrotar al gobierno neoliberal del presidente Mauricio Macri en las venideras elecciones. Su trabajo silencioso, día tras día, da sus frutos y hay acuerdos en casi todas las provincias y en las que no, como sucedió en Córdoba, decidió bajar los candidatos para que el peronismo gane ampliamente.
Su candidatura todavía no es un hecho cierto y hay quienes piensan que quizá ceda el lugar a Kicillof, el único presidenciable que pasa los 10 puntos aparte de la misma CFK, ubicándose alrededor del 25% de intención de voto a nivel nacional.
Sin embargo, ayer en una reunión con empresarios, Felipe Solá dijo que había “un 80% de posibilidades” de que sea ella y que el anuncio sería en Mayo, antes del cierre de listas del 22 de junio. También admitió que ningún otro opositor mueve el amperímetro y que:
A Cristina le hubiera gustado que alguno de los precandidatos creciera pero no sucedió y preocupa que el día de las elecciones no haya el traslado completo de votos, como le sucedió a Lula da Silva en Brasil.
Hoy Cristina mide entre 34 y 36 puntos, según las encuestas, y desde el Instituto Patria trabajan fuertemente para conseguir -de donde sea- unos “8 puntos que aseguren su triunfo en primera vuelta”. Macri por su parte ha caído a unos 25 puntos a nivel nacional, y con una diferencia abismal en el conurbano, donde apenas llega al 20% y Cristina mide entre 50 y 60 puntos dependiendo el distrito, virtualmente imposibilitando que el PRO retenga la gobernación.
Desde el entorno de Vidal entienden que hay que “esperar hasta mayo”, para que Macri finalmente tome la decisión de bajarse de su candidatura, aconsejado por su círculo íntimo. Es que si pierde las elecciones le supondría un boleto de ida al penal de Ezeiza por los actos de corrupción en sus cuatro años de gobierno. “Antes que la cárcel, Mauricio aceptará bajarse y que la candidata sea Vidal” explican desde el entorno de la gobernadora.
En caso que la candidatura de Macri se mantenga, la gobernadora analiza tender puentes con Roberto Lavagna o algún candidato del peronismo para generar un efecto “Randazzo 2019”, como sucedió en 2017 cuando el ex ministro recibió abundantes fondos para que no se baje de la candidatura, con lo cual cosechó escasos 5 puntos, aunque este “feteado” al peronismo, le permitió a Cambiemos ganarle a Cristina. Por otra parte, nadie duda que Randazzo sea hoy por hoy un cadáver político.
Con Lavagna de candidato a presidente se podría impulsar un corte de boleta para Vidal gobernadora, algo que viene alentando entre sus funcionarios a quienes llamó a repartir una “boleta corta” sin Macri ni legisladores nacionales.
Mientras Cambiemos se pierde en una complejísima estrategia politica para evitar perder las elecciones y que se termine su impunidad, las y los argentinos observan atentos y horrorizados como se devela día a día la red de espionaje paraestatal e ilegal integrada por sectores del gobierno, la Justicia, los medios hegemónicos y los servicios de inteligencia, sin otra finalidad que la de atacar a la oposición.