El Banco Central cerró la semana con pérdidas por 474 millones de dólares y sumó otra mala noticia para Luis Caputo, luego de que INDEC revelara un aumento de la inflación en un alarmante contexto de 15 meses seguidos de desplome del consumo.
El pasado viernes el Gobierno de Javier Milei cerró otra semana para el olvido. El mandatario se apuró a anunciar un acuerdo inexistente con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con la intención de calmar los mercados, algo que finalmente no ocurrió, ya que el Banco Central terminó perdiendo alrededor de 474 millones de dólares de sus reservas.
El escepticismo sobre la continuidad del modelo que viene implementando el Ministro Luis Caputo incluso llegó al país norteamericano, donde The Wall Street Journal le dedicó un crítico artículo.
Entre tanto, la inflación volvió a acelerarse y se ubicó en febrero en torno al 2,4%, sumando una nueva mala noticia para Casa Rosada, que había hecho de este indicador una de sus banderas de gestión. Como si esto fuera poco, el consumo no se recupera y ya lleva 15 meses seguidos de caídas.
Sin acuerdo con el FMI, se acelera la pérdida de reservas
Este viernes se aceleró la pérdida de reservas del Banco Central. La entidad que conduce Santiago Bausili registró pérdidas por 474 millones de dólares durante la jornada, la segunda mayor venta del mandato.
La jornada estuvo marcada por los vencimientos de deuda del BID y del Banco Mundial, mientras que los importadores exigieron el pago del bono Bopreal, empujados por el freno de la caída de inflación, que hace menos atractivas las tasas en pesos y desincentiva el carry trade, lo que leva a los inversores a dolarizar sus activos.
Los Bopreales habían sido inventados por Caputo para aplazar el pago de deuda con los importadores, que habría ascendido por encima de los 20 mil millones de dólares. Si bien podían cobrarse en cualquier momento, hasta el momento la desaceleración de la inflación y la reducción del crawling peg al 1% los volvía atractivos.
El problema es que el Índice de Precios estancado y las tasas en caída cambiaron la perspectiva de los inversores, que además especulan con la posibilidad de que el Gobierno impulse una nueva devaluación. Entre quienes realizan este pronóstico se cuentan bancos como JP Morgan, Bank of America y Citibank.
“El desarme de posiciones de carry trade fue tan intenso que el Banco Nación y el ICBC estuvieron todo el día pagando operaciones”, comentó un operador sobre lo que pasó en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC).
Si bien el Banco Central ya venía perdiendo reservas con la intención de sostener el valor del dólar y evitar una corrida cambiaria, este viernes el volumen operado mostró una fuerte suba. Hasta ahora tenía un promedio diario de 350 millones de dólares, pero el viernes las operaciones se dispararon a 1.135 millones, el valor más alto desde mayo de 2023.
Algo similar ocurrió con las transacciones en el mercado abierto electrónico. Ahí se operan el MEP y el CCL, y en ellas se registraron operaciones por 1.206 millones. Los contratos de dólar futuro se negociaron en un rango de 1.310 pesos, un crecimiento de casi el 30%.
Todo esto se enmarca en el cada vez más notable agotamiento del modelo de Caputo, que insiste desde hace semanas en que el acuerdo con el FMI está casi cerrado, aunque hasta el momento no se conocen detalles al respecto. Por lo pronto, un nuevo desembolso se hace cada vez más necesario para que el Gobierno pueda sostener su modelo.
Sin embargo, no es secreto que el Fondo exige la unificación del tipo de cambio y un sistema de flotación del valor de la divisa. En otras palabras, una devaluación. La idea no es atractiva para Casa Rosada, ya que pone en riesgo su principal bandera de gestión en un año electoral.
Se operaron USD 1.135 millones en el MLC en lo que representa el volumen mas alto desde que asumió la nueva administración pic.twitter.com/GlJfjGU1m4
— Javier Giordano, CFA (@javier_giordano) March 14, 2025
La inflación, otro dato negativo para Luis Caputo
Para colmo, el dato de inflación de febrero publicado por INDEC tampoco le dio buenas noticias al Gobierno y se mantiene por encima del 2%. Luego de haber registrado un 2,2% en enero, en el segundo mes del año volvió a subir y se ubicó en un 2,4%.
El Gobierno confiaba (o, por lo menos, se mostraba confiado) en que finalmente perforaría el piso del 2%, y por esto había reducido el ritmo de devaluación mensual en un 1%. Más allá de la sostenibilidad de este patrón, la situación afecta negativamente la imagen de Milei en las encuestas.
El libertario no solo atraviesa el escándalo de la criptomoneda Libra y las críticas por su brutal represión a los jubilados, víctimas del ajuste estatal, sino que el estancamiento de la inflación complica el día a día de la clase media y baja argentina.
Es que en el tope de la lista se ubicó el rubro vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con un incremento del 3,7%. El sector viene mostrando subas constantes desde el inicio de la gestión libertaria.
A esto se sumó una escalada en Alimentos y bebidas no alcohólicas (3,2%), guiado mayoritariamente por los aumentos de las carnes. “La expectativa de la gente de una mejora económica, después de casi un año y medio de gestión se está estrellando con la realidad que no les alcanza la plata“, comentó un encuestador.
Entre tanto, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) indicó que “más allá de las declaraciones que sostienen razones monetarias como causal inflacionaria, el gobierno utiliza tres anclas vinculadas a los costos: la caída del salario, el tipo de cambio pisado y las tarifas“.
Así se explica la decisión del gobierno de no homologar paritarias por encima del 1% en marzo, lo que frena cualquier posibilidad de recuperación salarial o repunte del consumo.
Milei no parece ignorar el efecto de esta situación en su imagen, ya que hizo una curiosa manipulación de las estadísticas para argumentar que si no se tuvieran en cuenta los aumentos de la carne, “la tasa de inflación hubiera sido del 1,8%”. “Marzo también tiene temas de estacionalidad, pero de mantenerse el rumbo económico, en abril/mayo se podría estar quebrando el 2%“.
Más allá del intento del libertario por evitar contabilizar los rubros que no convienen a su estadística, lo cierto es que la promesa de “quebrar” el 2% ya lleva varios meses de retraso y ya se aplaza hasta casi mitad de año.
DATO CLAVE
Si limpiamos el efecto puntual de lo que ha pasado con la carne, la tasa de inflación hubiera sido del 1,8%. A su vez, marzo también tiene temas de estacionalidad, pero de mantenerse el rumbo económico, en abril/mayo se podría estar quebrando el 2%…
VLLC! https://t.co/YvM4ji7Lpb— Javier Milei (@JMilei) March 14, 2025
El consumo no para de caer desde que asumió Javier Milei
La inflación elevada y los aumentos salariales frenados tienen un efecto directo en la capacidad adquisitiva de la población, que se reduce semana a semana. Así lo demuestra el último informe de la consultora Scentia.
La firma reveló que en febrero el consumo masivo cayó un 9,8% y ya lleva 15 meses seguidos de reducciones, que concuerdan con el inicio del mandato del libertario. Además, se registró una caída promedio del 10,2% en distritos de todo el país.
Previamente, el país había tenido siete meses seguidos de crecimiento (entre junio y diciembre de 2023), con picos en septiembre (8,5%) y octubre (8%). Esto cambió en enero de 2024, cuando se registró una retracción del 3,5% que se profundizó en los meses siguientes.
Los picos negativos alcanzaron el 22,3% en septiembre de 2024, un 20,4% en octubre y un 20% en noviembre. Si bien la caída se desaceleró, aún se mantiene en niveles alarmantes, y no da señales de revertir su tendencia.
La comparación interanual muestra que los rubros más afectados fueron los de bebidas sin alcohol (-18,8%); bebidas con alcohol (-16,2%); productos considerados de consumo “impulsivo” (-10,5%); artículos de limpieza de ropa y hogar (-9,7%); y productos de higiene y cosmética (-8%).
En cuanto a las regiones, el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) tuvo la caída más pronunciada (8,3%), mientras que el resto de las provincias argentinas tuvieron en promedio una reducción del consumo de 4,9%.
Con la canasta básica alimentaria trepando un 3,2% en febrero, es claro que los argentinos modificaron sus consumos para prescindir de otros productos con tal de comprar alimentos e insumos de primera necesidad.
El superávit podría tener los días contados
Una de las pocas noticias positivas que recibió el gobierno para el mes de febrero es que una vez más se registró superávit. La cifra se dará a conocer este lunes, con los datos del Sector Público Nacional no Financiero.
Sin embargo, también se observó un preocupante aumento del gasto que amenaza la continuidad de esta bandera del gobierno. En febrero de 2024 el gasto había marcado una brutal caída en el marco del ajuste fiscal, pero este año marcó una suba interanual de un 47% real.
Así, viene disminuyendo la brecha entre ingresos y gastos del Estado. La tendencia ya lleva unos meses y si se sostiene, comenzará a diluir el superávit financiero. Puntualmente, en enero el Sector Público nacional registró un superávit fiscal de 2.4 billones de pesos, y el resultado financiero fue positivo por 599.753 millones.
Según señala en un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), este año se produjo “la primera expansión del gasto luego de 17 meses consecutivos de caída”. Es que mientas los ingresos del Sector Público ascendieron en un 80,6% (ajustados por inflación, marcan una caída de 2,1%).
Entre tanto, el gasto se ubicó en los 8.7 billones de pesos, un aumento del 109,5% que se transforma en un aumento del 13,5% si se considera la inflación. En el gasto devengado de febrero también se vio una tendencia al crecimiento.
“Por primera vez desde noviembre de 2023, el Gasto Total devengado presenta una variación positiva en términos interanuales”, indicaron desde la Asociación Argentina del Presupuesto y las Finanzas Públicas (ASAP) sobre enero. Puntualmente, sería del 3% real. Si se excluye el pago de intereses la variación es del 10,5% ajustado por inflación.
Esto es una señal de peligro para el Gobierno. Desde Cohen Argentina indicaron que el superávit primario llegó al 0,3% del PBI en enero, mientras que el financiero fue del 0,07%. Es un deterioro de 0,02 puntos respecto de un año atrás.
La perspectiva es que se siga resintiendo en 2025, de la mano con el costo previsional, que viene siendo indexado por el Estado y explica más de la mitad del total de las partidas. Sin embargo, Milei se está quedando sin áreas sobre las que aplicar la motosierra.
La propuesta de Presupuesto de 2025 (finalmente no tratada en el Congreso) marca una posible política a implementar, que es la de hacer recortes en base a la baja de ingresos del Estado. Si esto se aplica, debería cortar el gasto en un 2% para equipararlo con los resultados de enero.
Hay escepticismo hasta en Wall Street
Las advertencias comenzaron a proliferar en Estados Unidos. The Wall Street Journal dedicó una columna este domingo a analizar la situación de Argentina de cara a los próximos meses. “El milagro del mercado argentino está en suspenso”, titularon.
Si bien se destaca la recuperación de los bonos soberanos, remarcaron que esperan medidas “más concretas sobre el rumbo económico” a largo plazo. También celebraron el DNU de acuerdo con el FMI, que confirmaría avances en las negociaciones.
Sin embargo, esto no se vio reflejado con una reacción positiva en los mercados, ya que para el diario los inversionistas daban por hecho el acuerdo.
Puntualmente, los bonos de referencia argentinos con vencimientos para 2038 vieron un aumento de 39 a 67 centavos de dólar desde diciembre de 2023, pero , para el periodico estadounidense los bonos comenzaron a estabilizarse en niveles bajos.
Para colmo, los 12 mil millones de dólares que suponen que incluirá el acuerdo con el Fondo no serían suficientes para salir del cepo, una promesa que se viene retrasando mes a mes. Milei recientemente aseguró que se concretaría este año.
Como era de esperar, también indicaron que el peso está sobrevalorado y advirtieron que genera elevados precios internos. Cabe preguntarse qué efectos tendría una devaluación en este contexto económico.