La Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley para declarar a la educación como servicio esencial y obligar a las escuelas a abrir sus puertas los días de paro, y ahora la iniciativa deberá ser discutida en el Senado.
Con 131 votos a favor, 95 en contra y 2 abstenciones, la Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto que declara como “servicio estratégico esencial” a la educación, y obliga a las escuelas a mantener una guardia mínima de personal para mantener abiertas sus puertas los días que se realice medidas de fuerza.
Se trata de una iniciativa impulsada por el titular de la Comisión de Educación y Exministro del gobierno de Cambiemos, Alejandro Finocchiaro, elaborada junto legisladores de la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica e Innovación Federal.
En detalle, el proyecto establece que el 30% del personal de las escuelas debe permanecer presente en los establecimientos los primeros dos días de cada medida de fuerza, de modo que no se interrumpa el servicio. Si el paro se prolonga por más de dos días, este porcentaje se incrementará al 50%.
También incluye un mecanismo de fiscalización en uno de sus artículos, en el que indica que al principio del año lectivo los equipos de conducción de cada escuela deberán informar a las autoridades sobre la “nómina anual del personal docente y no docente que estará afectado al cumplimiento” de esta medida.
Las bancadas que votaron a favor incluyeron a La Libertad Avanza, el PRO, la UCR y bloques aliados del oficialismo como el Movimiento de Integración y Desarrollo (encabezado por Oscar Zago), CREO, Independencia (que responden al gobernador Osvaldo Jaldo), Producción y Trabajo, y Buenos Aires Libre (liderado por Carolina Píparo).
También votaron a favor dos diputados de Unión por la Patria: la mendocina Liliana Paponet y el jujeño Guillermo Snopek.
Entre tanto, el rechazo provino mayoritariamente de Unión por la Patria (UP) y el Frente de Izquierda (FIT). A ellos se sumaron la cordobesa Natalia de la Sota, los socialistas Mónica Fein y Esteban Paulón, Margarita Stolbizer, y los radicales Pablo Juliano, Facundo Manes, Marcela Coli y Roxana Reyes.
“Este proyecto es un engaño semántico”
Itai Hagman, de Unión por la Patria, manifestó al respecto que “este proyecto es un engaño semántico“, porque “lo que estamos discutiendo no es si la educación es algo esencial sino que toma la esencialidad en otro sentido“.
“El miembro informante fue muy claro y mostró que quiere resolver el problema desde un diagnóstico sesgado: que todos los problemas de la educación tienen que ver con las huelgas docentes”, agregó.
También apuntó contra la decisión del Gobierno de Javier Milei de ajustar varias áreas de educación relacionadas con obras de infraestructura y proyectos como Conectar Igualdad. En este contexto, manifestó que:
“Mis hijos, que van a la escuela pública, no tuvieron clases muchos días este año, pero la mayoría fue por cortes de luz, no por paros docentes. En un contexto donde un gobierno está desfinanciado toda la infraestructura, discutimos este tema engañando a la sociedad”.
El bloque también se mostró en contra de las guardias mínimas que establece la medida, ya que no garantizan el servicio educativo sino que apuntan a “un problema de guardería, que en todo caso resuelve un problema de los adultos”.
Hugo Yasky coincidió con su compañero. “Prohibir el derecho de huelga a los docentes es como decir que encontramos la respuesta a la diarrea y usamos un tapón”, aseguró el secretario de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA).