Un histórico edificio de Villa Devoto donde funciona una escuela para hipoacúsicos, podría transformarse en un espacio de venta de vinos, de acuerdo a un plan de Horacio Rodríguez Larreta.
Se trata del Palacio Ceci. El plan del gobierno porteño para crear un distrito que potencie la actividad vitivinícola es rechazado por la comunidad educativa que llamó a una protesta el miércoles, día en que funcionarios locales irán a pedir las llaves del establecimiento.
La manifestación será desde las 11.30 en la escuela pública “Bartolomé Ayrolo“, situada en Lincoln 4305, con la consigna “El Palacio Ceci No se Toca” y contará con la participación de docentes, alumnos, ex alumnos, familiares y vecinos, así como también anticiparon su concurrencia legisladores porteños del Frente de Todos y representantes de los sindicatos docentes de UTE y Ademys.
“El Palacio es patrimonio de las personas sordas, nos negaremos rotundamente a la entrega del edificio, por lo que es necesaria la presencia masiva de todos el miércoles“, aseguró un docente de la escuela en un mensaje de convocatoria difundido en redes sociales a través del lenguaje de señas.
El Palacio fue construído en 1913, y permaneció como una propiedad privada hasta 1942 y desde entonces el lugar transformó en un establecimiento escolar dedicado a la educación de niños, niñas, jóvenes y adultos con compromiso auditivo y trastornos del lenguaje, que primero fue propiedad del Estado nacional que lo expropió a la familia Ceci y en 1996 pasó a manos de la Ciudad de Buenos Aires.
Si bien en 2001 la Legislatura aprobó una ley que catalogó al lugar como un “Bien de Interés arquitectónico para la Ciudad“, los trabajadores señalaron que hace décadas que la construcción comenzó a evidenciar el deterioro de las instalaciones, lo que motivó que quedara restringido solo para el uso de las actividades administrativas de la escuela, mientras que el dictado de las clases se trasladó a un nuevo edificio contiguo.
Durante 2021, hubo numerosas visitas de funcionarios porteños, acompañados por contingentes de personas ajenas a la administración, para realizar recorridas por el edificio, lo que llamó la atención de los directivos de la escuela que, tras consultar, recibieron la noticia que, finalmente, existía un proyecto de restauración del antiguo Palacio.
Así fue que en diciembre pasado debieron retirar todo lo relacionado con la actividad escolar y llevarlo al edificio lindante, en tanto que en enero también fue sacado del Palacio parte del mobiliario original del mismo, en un proceso que estuvo seguido de cerca por un escribano debido al alto valor patrimonial de esos objetos.
“Nos pusimos contentos por el anuncio, pero después nos enteramos que era por el Distrito del Vino y que el edificio pasó de estar en la órbita del Ministerio de Educación a la de Desarrollo Económico“, precisó una docente en referencia al proyecto para avanzar en la instalación de comercios y empresas dedicadas a la industria vitivinícola en un polígono en los barrios de Villa Devoto, Villa del Parque y La Paternal.
Desde el Ministerio de Educación porteño, que comanda la polémica Soledad Acuña, aseguran que “el Palacio no es de la escuela, sino patrimonio de la CABA” y afirmaron que la institución “no corre ningún riesgo de mudanza” porque “desde 2015 cuenta con un edificio nuevo” en el mismo predio.
Con este escenario, la comunidad educativa realizó el viernes pasado un “abrazo simbólico” al lugar y anunció una nueva movilización para el miércoles al mediodía ya que, según explicaron, “ese día irán funcionarios del Gobierno de la Ciudad a exigir la entrega de las llaves del Palacio“.
“Van a vender un edificio que es ícono por ser la primera escuela de sordos para vender copas de vino“, lamentó un exalumno.
Por su parte, la legisladora del Frente de Todos Victoria Montenegro acompañó el reclamo y señaló que “vamos a abrazar a esta escuela para que no se lleve adelante este atropello contra la educación pública y vamos a pelear para que la comunidad educativa logre la reparación del Palacio Ceci“.
Desde UTE, en tanto, manifestaron que:
“Una vez más, el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta y la ministra Soledad Acuña demuestran que su interés por la educación pública es sólo un discurso marketinero“.