Mauricio Macri analiza ser candidato a diputado por la Capital Federal para reafirmar su autoridad en la oposición y quiere que María Eugenia Vidal encabece la boleta de legisladores porteños.
Para convencer a Horacio Rodríguez Larreta, el ex presidente le ofrece allanarle el camino para que Diego Santilli sea el candidato en la provincia de Buenos Aires. Para eso debe bajar a su primo Jorge Macri, el intendente de Vicente López.
Macri sueña con una boleta que le permita a Juntos por el Cambio (JxC) sacar unos 60 puntos en la Ciudad y de este modo equilibrar la eventual derrota contra el peronismo en la provincia de Buenos Aires.
Para llegar a ese porcentaje, que el PRO ya ha sacado en territorio porteño, planea que Patricia Bullrich lo secunde en la boleta de diputados nacionales y que la ex gobernadora bonaerense, que el martes por la noche confirmó que no será candidata en la provincia, se instale para ser jefa de gobierno en la nómina de legisladores de la Ciudad.
Vidal aún no definió si será candidata y estirará su definición para fines de junio o principios de julio.
Macri quiere que Vidal sea la continuadora de la dinastía del PRO en la Ciudad, iniciada en 2007. En eso tiene que ver Nicolás “Nicky” Caputo, hermano de la vida del fundador del PRO y socio en varios negocios con sede porteña.
Nicky es quien sugiere que antes que concentrar todas las fuerzas en una futura presidencia de Larreta, el PRO debe garantizarse la continuidad en la Ciudad, que es la fuente de la que vive todo el partido amarillo.
La elección de Vidal como la candidata en la Ciudad es un golpe a Martín Lousteau, que espera ser el sucesor de Larreta, si bien cree que el escenario de la postpandemia le puede permitir pelear por la presidencia.
Larreta necesita a Lousteau adentro para pelear la presidencia y la candidatura de Macri lo deja incómodo, puesto que si saca los 60 puntos que promete, puede quedar posicionado para hacer otro intento por la presidencia en 2023.