Una nueva encuesta del consultor Federico González revela que el peronismo encabeza las preferencias electorales en la Ciudad de Buenos Aires de cara a las legislativas del 18 de mayo, con el diputado nacional Leandro Santoro (Unión por la Patria) como puntero. El estudio, difundido este fin de semana, coloca en segundo lugar al legislador Ramiro Marra, expulsado de La Libertad Avanza (LLA), y en tercero al abogado mediático Mauricio D’Alessandro, quien competirá con el Partido Integrar.
La medición, realizada sobre ocho precandidatos, expone un escenario volátil marcado por internas en el PRO y LLA, así como por la fallida alianza entre ambos espacios. Santoro, referente del espacio kirchnerista, lidera con el 34,6% de intención de votos, seguido por Marra (20,2%), quien tras su salida de LLA busca consolidarse como alternativa libertaria disidente. D’Alessandro, conocido por representar a figuras televisivas, sorprende al ubicarse en el podio con un 8%, superando incluso a nombres del oficialismo local.
El PRO en cuarto lugar y el fenómeno Peretta
La vocera del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Laura Alonso, potencial candidata del PRO, alcanza solo el 5.8%, apenas por encima del sindicalista Marcelo Peretta (5.5%), líder del Movimiento Plural y gremio de farmacéuticos. “Si Peretta saca 5,5%, me retiro de la política”, bromeó un dirigente anónimo citado en el informe. El ascenso de Peretta, quien en 2023 aspiró a ser precandidato de Patricia Bullrich, se vinculó con las preocupaciones ciudadanas sobre “el precio de los medicamentos” y la salud, según el análisis de González.
Alejandro Kim, militante del espacio de Guillermo Moreno, obtiene un 4.3%, superando a Pilar Ramírez (3,7%), figura cercana a Karina Milei. Ramírez, legisladora hasta 2027, enfrenta el desafío de consolidarse frente a la baja imagen de LLA en el distrito.
A ambos los supera Celeste Fierro, exlegisladora del MST, que suma 5.2%, y es superada a su vez por el voto en blanco (5.6%) y los indecisos (7.2%), que reflejan el descontento en un electorado históricamente antiperonista.