En un polémico fallo, la Cámara Federal porteña desprocesó y liberó a Agustina Díaz, recomendó la morigeración de la detención de Nicolás Carrizo e instó a la jueza Capuchetti para que apresure la elevación a juicio de “tres locos sueltos”. El abogado de CFK criticó a la jueza pedirán al juzgado de Martínez de Giorgi que investigue también el intento de asesinato.
El polémico fallo de impunidad
La Cámara Federal porteña dejó en claro que quiere que la causa por el intento de magnicidio llegue a un acotado juicio oral rápidamente, en el que sólo se juzguen a los tres autores materiales inmediatos, como si fueran un grupito aislado que emprendió el plan de matar a la vicepresidenta sin conexión alguna, sin participación ni financiamiento de nadie.
Así lo sugiere el fallo firmado por los jueces Leopoldo Bruglia, Mariano Llorens y Pablo Bertuzzi, quienes junto a la jueza que instruye la causa, María Eugenia Capuchetti, se niegan a investigar y verificar las relaciones con los grupos neonazis, con otras fuerzas de ultraderecha y con los halcones de Juntos por el Cambio, como así como tampoco sus fuentes de financiamiento.

La resolución de la Cámara le indica a Capuchetti apresurarse con la elevación a juicio:
“Con la premura que el caso impone, eleve estas actuaciones respecto de los imputados cuyas situaciones procesales se encuentran resueltas a la instancia del debate oral y público, esto sin perjuicio de continuar con las diligencias pertinentes en los demás legajos de investigación formados al efecto y profundizar agotando cualquier hipótesis que pueda vincularse con este hecho de gravedad institucional”.
La inverosímil tesis del “autoatentado”
La Cámara le ordenó a la jueza que investigue, tácitamente, la hipótesis de que el mayor ataque contra la democracia de las últimas décadas sea un supuesto auto atentado.
En el subtitulo de la resolución titulado “profundización de la pesquisa” la cámara insta a:
“Ahondar las encuestas en orden a otras posibles hipótesis aún no dilucidadas, como ser la actuación de agencias de seguridad y personal que se encontraban a cargo de la custodia y seguridad de Cristina Fernández”.
Es decir, que se investigue a los efectivos de la custodia de la Policía Federal -que depende del Gobierno-, y a los jóvenes militantes que rodeaban a la vicepresidenta. Y que no profundice buscando en la ultra derecha sino en lo relacionado con el peronismo.
Es evidente que hubo fallas graves de la custodia, al punto que Fernando Sabag Montiel se acercó a centímetros de CFK con un arma.
Sin embargo, “profundizar la pesquisa” implica seguir las líneas principales de investigación para dilucidar el origen del atentado. Por lo que, lejos de estar relacionado con los militantes que allí estaban, “profundizar la pesquisa” pasa por investigar cuestiones centrales, como los cómplices, impulsores y financiadores.
Pero Capuchetti ya dio señales de no tener la menor voluntad de avanzar en este sentido, al negarse a unificar las causas del atentado con la de las amenazas y escraches de Revolución Federal.
Ubeira: “Capuchetti no tiene voluntad investigativa”
El abogado de Cristina, José Manuel Ubeira, criticó fuertemente al juzgado de Capuchetti al señalar que pretenden “cortar la causa” del atentado “para no investigar“.
“Se nota que no hay voluntad investigativa“, dijo Ubeira en comunicación con C5N.
El abogado instó al Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 5 –que integran Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo- a que se investiguen las pruebas que involucran al militante de ultraderecha Hernán Carrol y al diputado de Juntos por el Cambio Gerardo Milman, con el intento de magnicidio.

“Cuando aparece una pista pareciera que entran con sordina“, denunció Ubeira.
Acto seguido reprochó que la jueza federal no haya secuestrado los teléfonos celulares de las dos colaboradoras de Milman que lo acompañaron el 30 de agosto en la confitería Casablanca cuando, según un testigo de la causa, habría comentado que intentarían asesinar a CFK dos días antes del atentado.
Ubeira señaló “el desbalance” que hay entre las investigaciones que tiene la causa que investiga a Revolución Federal por amenazas y los mensajes violentos difundidos en redes sociales, a cargo del juez Marcelo Martinez De Giorgi, y la causa que investiga el atentado, a cargo de Capuchetti.
“Una avanza a pasos redoblados y la otra no“, indicó.
Ante esa situación, el abogado comentó que este martes pedirán al juzgado de Martínez de Giorgi que investigue también el intento de magnicidio porque hay varias pruebas que demuestran la relación de Brenda Uliarte con Revolución Federal.
La situación de Díaz y Carrizo
En el mismo polémico fallo, la Cámara Federal porteña revocó el procesamiento de Agustina Díaz, la amiga de Brenda Uliarte. Según el fallo, no hay elementos para considerarla partícipe secundaria del atentado ni tampoco encubridora. Y ordenó su inmediata libertad.

La situación fue diferente para Nicolás Gabriel Carrizo, el jefe del emprendimiento de los copitos.
La Cámara confirmó su procesamiento con prisión preventiva por homicidio doblemente calificado en tentativa, pero le ordenaron a la jueza Capuchetti que evalúe una morigeración en su detención, es decir, la posibilidad de la prisión domiciliaria o el uso de una tobillera electrónica.
Además, le quitaron el agravante de la alevosía en el intento de homicidio -por el que sigue procesado-.
La Cámara Federal afirmó que “el conocimiento de Díaz sobre el arma empleada a través de una fotografía enviada por mensaje y las referencias a Uliarte relativas a las eventuales implicancias de su conducta, no permiten constituir –de momento- el grado de intervención prevista” para ser partícipe del hecho.
“Si bien no se puede descartar un cierto conocimiento de Díaz sobre el plan, tampoco se puede asumir que por esa sola circunstancia y las manifestaciones efectuadas a Uliarte –donde no se aprecia contribución de cargo- se configure una complicidad secundaria”.
La situación de Carrizo es más complicada, a raíz de una serie de mensajes que dan cuenta de su conocimiento y eventual participación de la planificación del atentado.
“Esto estaba planificado para dentro de una semana. Hizo todo mal. Es un pelotudo”, le dijo en un chat a su hermanastra Andrea después del atentado.
Estaba preocupado porque él les había dado un arma calibre .22 que pensó que habían usado para intentar ejecutarla. Y al mismo tiempo celebraba lo sucedido:
“Cristina tiene miedo. Salió mal pero tiene miedo. Mi amigo estuvo a un segundo de convertirse en héroe nacional, Andrea. Estuvo muy cerca. Falló el arma. No lo entiendo. Andaba bien”.
En otros chats, Brenda le pide a Carrizo: “Gabyy. Porfavor lo que paso no lo difundan hagamosnos los pelotudos. Vos no sabes nada”. Y agrega: “Porque sino vamos a caer todo en la volteada”.
Carrizo le dice que la van a investigar y añade: “Estamos todos juntos. A la mierda esa cristina”.
“No lo creo. La próxima voy y gatillo yo. Nando fallo. Yo si se disparar bien no me tiembla la mano”, le dice Brenda.
“Querés hacerlo?”, le dice unos minutos después Carrizo y Brenda le responde:
“Te juro que sí. Y no me va a fallar el tiro. Pero hay que pensarla bien. Pasa que Nando no tiene mucha práctica le tembló el pulso”.
Con la liberación de Díaz, solo hay tres detenidos por la causa del atentado contra CFK: El que gatilló, Sabag Montiel, la que parece haber impulsado el ataque, Uliarte, y Carrizo.
Son estos “tres locos sueltos” los que la Cámara Federal porteña quiere elevar a juicio, sin investigar sus instigadores, aliados ni a quienes les financiaron.