Las provincias de Río Negro y Buenos Aires se encaminan a una abierta confrontación por Vaca Muerta: la gobernadora patagónica Arabela Carreras quiere quitarle a los puertos de Bahía Blanca y Coronel Rosales la exportación de petróleo.
“Nosotros en Río Negro vamos a insistir, proponer y trabajar para que a través de nuestra tierra se exporte el gas de Vaca Muerta por el puerto de San Antonio Este” , dijo la gobernadora rionegrina.
Y agregó: “Queremos que nuestro puerto pueda exportar gas de Vaca Muerta porque la de fruta es insuficiente para mantenerlo vivo”. Actualmente la exportación de gas y petróleo está prohibida en el puerto del Golfo San Matías desde 1995 por la Ley Provincial Nº 2892.
La normativa luego fue derogada y ampliada en 1999 por la Ley Provincial N° 3308, que también prohíbe la actividad.
Carreras avanzaría en la derogación de la Ley y en la construcción de un gasoducto y oleoducto desde Vaca Muerta hacia el puerto de San Antonio Este.
Vaca Muerta y Bahía Blanca
Actualmente la producción de Vaca Muerta llega por oleoducto hasta Puerto Rosales, que movilizó 4.8 millones de toneladas de petróleo crudo, y luego de ser refinado en los polos petroquímicos de Bahía Blanca y La Plata se exporta principalmente a través del puerto de Bahía Blanca, que entre enero y noviembre operó cerca de 3 millones de toneladas de productos inflamables y petroquímicos.
Las exportaciones en PBA
Las exportaciones de combustible y energía representaron a la Provincia un ingreso de U$D 209 millones sólo en septiembre de 2021, un 103,6% más que el mismo período de 2020 y casi el 40% de las exportaciones del rubro a nivel nacional. Hasta octubre, último mes del que se tienen datos, el acumulado era de U$D 1.616 millones.
Mientras que la provincia de Buenos Aires representa el 35,5% de las exportaciones totales a nivel nacional, Río Negro moviliza apenas el 0,7%, a razón de U$D 250 millones por semestre producto de los ingresos por frutas, como manzanas y peras, y hortalizas.
Kicillof y la “provincia petrolera”
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, puso especial énfasis sobre el tema y encargó a su secretario de Energía, Gastón Ghioni, que gestione la designación de “provincia petrolera”, para acceder a la mesa política.
Río Negro es una de las provincias que traba esa designación, que tiene la venia del propio presidente de YPF, Pablo González y de otra de las provincias petroleras, Santa Cruz.
Ocurre que, pese a que Buenos Aires no extrae petróleo de las cuencas sedimentarias de Claromecó y el Salado, tiene las tres principales refinerías del país y la exportación de petróleo a partir de los puertos bonaerenses.
“Queremos ser una provincia petrolera que aporte a la industrialización de la Argentina”, afirmó Kicillof en junio del año pasado.
Con pasado como interventor de YPF, Axel Kicillof sabe que se trata de un recurso estratégico y millonario. Ahora deberá aguantar la embestida de Río Negro, y negociar para conseguir una silla en la mesa de la la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI).