Alberto Fernández se encuentra aislado en una región que en los últimos años ha virado hacia gobiernos neoliberales, especialmente después del derrocamiento de Evo Morales en Bolivia. Por esto mismo, traza un sigiloso plan para reconstruir un bloque latinoamericano y licuar el poder del Grupo de Lima. Para esto, será clave la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Es a todas luces patente que los importantes avances en la unidad regional que coincidieron con los tres gobiernos kirchneristas, han sido prácticamente reducidos a la nada, con la honrosa excepción del aumento de la consciencia nacional -y regional- en los países de la región.
El Grupo de Lima, integrado por Argentina y otros 13 países, es poco más que una herramienta estadounidense dedicada integramente a denostar al gobierno constitucional de Nicolás Maduro. Sobre la usurpadora Áñez y el terrorismo de estado que se vive en Bolivia… bien gracias…
La Organización de Estados Americanos (OEA) no se queda atrás, con su titular, Luis Almagro habilitando el golpe de estado contra Evo Morales y repartiendo acusaciones infundadas contra el flamante gobierno argentino, al que acusó de mandar “espías”.
La apuesta de Alberto Fernández radica en potenciar la Celac como una suerte de UNASUR ampliada. Cabe recordar que la Unión de Naciones Suramericanas logró reunir a líderes del nacionalismo popular y de centroizquierda como Lula Da Silva, Evo Morales, Rafael Correa y Hugo Chávez.
Posteriormente, con la oleada neoliberal llegó a la región, esta importante herramiento de liberación continental fue desactivada y se ensayó la creación de Prosur. El lanzamiento del organismos fue un fracaso rotundo y no tendrá continuidad.
En cuanto a la Celac, el organismo latinoamericano se reunirá la próxima semana en México. Será el debut de Felipe Solá como Canciller, quien el 8 de enero participará de la inauguración del foro, presuntamente con la presencia de AMLO.
Unos días antes de haber asumido como titular de Cancillería, el mismo Solá celebró que México quedará como presidente de la Celac, al tiempo que manifestó: “México que tiene ideas nuevas y por primera vez pone su mirada en América Latina”.
México tendrá la presidencia pro tempore del órgano luego de que Bolivia se retirara de la Celac. En este contexto, Alberto Fernández buscará potenciar el funcionamiento de ella para licuar la influencia del Grupo de Lima.