El dólar oficial volvió a trepar hasta alcanzar los 1.485 pesos y el dólar minorista superó el techo de la banda cambiaria acordada entre el Gobierno de Javier Milei y el FMI, por lo que el Banco Central tuvo que intervenir en el mercado para contener su valor.
El miércoles 17 de septiembre se convirtió en una jornada particularmente adversa para el gobierno de Javier Milei, que enfrentó simultáneamente una severa derrota legislativa y el recrudecimiento de la crisis cambiaria.
La Cámara de Diputados rechazó los dos vetos presidenciales contra la ley de Financiamiento Universitario y la de Emergencia en Pediatría, en una sesión que coincidió con masivas movilizaciones en todo el país contra el programa de ajuste del oficialismo.
Paralelamente, el frente cambiario continuó deteriorándose, ya que el dólar mayorista superó el techo de la banda acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y obligó al Banco Central a intervenir por primera vez desde abril con la venta de 53 millones de dólares de las reservas.
En un contexto donde los indicadores macroeconómicos muestran señales preocupantes y crece el escepticismo de los mercados sobre la continuidad del programa económico que impulsan Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, quedarón aún más expuestas las insólitas proyecciones del Presupuesto 2026, que asegura que a fines de este año el dólar estaría a $1.325.
Otra vez el dólar sube y las reservas caen
El dólar oficial cerró este miércoles en $1.485 para la venta en el Banco Nación, mientras que el mayorista operó en $1.474, superando por primera vez el techo de la banda de flotación establecida por el Banco Central (BCRA). Esta situación obligó a la autoridad monetaria a activar el mecanismo de intervención tanto en el mercado spot como en futuros.
El dólar blue alcanzó los $1.485 para la venta, con un incremento de $25 respecto al cierre anterior. Por su parte, las cotizaciones financieras también registraron alzas: el dólar MEP se ubicó en $1.486,47 (subió 0,8%) y el CCL en $1.499,85 (avanzó 1,2%). El dólar cripto llegó a cotizar a $1.508,78, convirtiéndose momentáneamente en la cotización más alta del mercado.
La intervención del BCRA se concretó luego de una mañana de especulaciones, cuando apareció temprano una postura de venta de 10 millones de dólares que inicialmente se atribuyó a la autoridad monetaria, pero que finalmente resultó ser una operación entre entidades privadas.
La venta oficial de divisas se confirmó más entrada la tarde, cuando el Banco Central (que lidera Santiago Bausili) informó oficialmente que se había desprendido 53 millones de dólares para defender el esquema cambiario.
Según fuentes del mercado, las ofertas que el BCRA puso a disposición llegaron hasta los 1.000 millones de dólares, una señal de la determinación oficial por sostener el techo de la banda a fuerza de quemar reservas. El volumen operado en el segmento de contado fue de 385.955 millones de dólares y en futuros 801 millones.
En este contexto, los bonos soberanos en dólares experimentaron fuertes caídas, con retrocesos que superaron el 4% en algunos títulos. Los más castigados fueron el Global 2041 y el Global 2038, que perdieron 4,3% y 4,1% respectivamente, mientras que el Bonar 2035 retrocedió 3,8% y el Bonar 2041 un 3,7%.
La incertidumbre se reflejó también en el riesgo país, que superó los 1.200 puntos básicos según el índice EMBI de JP Morgan, registrando un salto del 8% respecto al registro anterior del 15 de septiembre. La escalada del indicador refleja el creciente escepticismo de los inversores sobre la capacidad de repago del país en el mediano plazo.
Las acciones argentinas tampoco escaparon a la debacle. Los ADRs cerraron con mayoría de bajas, lideradas por Edenor (-4%), Central Puerto (-3,4%), Pampa Energía (-2,7%) y Loma Negra (-2,6%). En el mercado local, el S&P Merval cerró con una baja del 0,3% en pesos, pero su contraparte en dólares cayó 1,4% tras el salto del dólar CCL.
Entre las empresas que más retrocedieron en el mercado porteño destacaron Transener (-3,2%), Metrogas (-2,3%) y Transportadora de Gas del Sur (-2%). Desde Wise Capital señalaron que la mayoría de los bonos soberanos mantiene pérdidas de dos dígitos a nivel mensual y anual, lo que implica “un reflejo de la persistente incertidumbre macroeconómica“.

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Caputo busca culpables en redes sociales
En medio de la turbulencia financiera, Luis Caputo eligió la red social X para comunicar la posición oficial del gobierno ante la situación, aunque sus mensajes lejos de calmar la situación generaron más incertidumbre sobre cómo el gobierno enfrentará los próximos vencimientos de deuda.
“Gracias a todos los que salieron de sus cuevas estas últimas semanas porque hacen más revelador aun lo que están intentando. No tengo dudas que la gente tomará nota y actuará en consecuencia”, escribió el ministro de Economía, sin especificar a quién se refería con estas acusaciones.
En cuanto a la estrategia cambiaria, Caputo reiteró el esquema vigente: “El Banco Central solo compra dólares en el piso de la banda. El Tesoro puede comprar en cualquier momento, como de hecho lo hizo”.
“Compramos 3 mil millones algo por debajo de 1200. Al precio actual, el Tesoro ya no compra más”, agregó. También aseguró que, en el techo de la banda, el Banco Central compra pesos para absorberlos y reducir la volatilidad cambiaria.
Sin embargo, lo más llamativo de su raid en redes sociales fueron sus respuestas ante consultas sobre cómo se afrontarán los compromisos de deuda, que Caputo respondió de manera enigmática.
“Buena pregunta. En el equipo económico siempre trabajamos pensando en los escenarios no deseados. Esta no es la excepción. No nos agarra de sorpresa. Hace meses que estamos trabajando en diferentes alternativas”, dijo sin aclarar a qué se refería. Luego agregó casi como si fuera una expresión de deseo que “vamos a honrar todas las deudas”.
El analista financiero Christian Buteler sintetizó la situación con dureza: “Increíble la velocidad con que la economía ha desmejorado en los últimos meses”. “Con el dólar en $1.222 Caputo decía ‘Comprá, no te la pierdas campeón‘”, recordó, “era 2/7, hoy en $1.475 superó el techo de la banda y el BCRA tuvo que vender u$s 53 millones“.
La crisis cambiaria coincidió con una jornada política especialmente compleja. La Cámara de Diputados rechazó los vetos presidenciales a las leyes de emergencia nacional en pediatría y financiamiento universitario, en una sesión que se desarrolló mientras miles de manifestantes se concentraban frente al Congreso y en las principales ciudades del país.
Esta derrota legislativa fue interpretada por los mercados como una señal de debilitamiento político de Milei, lo que contribuyó al nerviosismo de los inversores y la disparada de los Credit Default Swap (CDS), que cotizaron al máximo desde septiembre del año pasado.
El economista Gustavo Ber advirtió que “las miradas apuntarán sobre todo a ratificar el compromiso de las autoridades respecto al esquema de flotación” y señaló la importancia de monitorear “el monto – así como la velocidad – de divisas que podrían ser necesarias utilizar” para sostener el sistema.

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La inflación mayorista, otra mala noticia
Como si los problemas cambiarios y políticos no fueran suficientes, la inflación mayorista volvió a acelerarse en agosto, alcanzando el 3,1%, la cifra más alta del año. Este dato, revelado por el INDEC, representa un aumento de tres décimas respecto al 2,8% de julio.
El Índice de Precios Internos al Por Mayor (IPIM) acumula un 15,7% en lo que va del año, mientras que a nivel interanual la suba es del 22,1%. La aceleración de la inflación mayorista está directamente vinculada al traslado a precios de la suba del dólar que se registró en la última semana de julio.
Los productos importados registraron un incremento del 2,9%, muy sensibles al movimiento de la divisa, mientras que los productos nacionales subieron 3,1%. Las divisiones con mayor incidencia fueron “Productos agropecuarios” (0,61%), “Productos refinados del petróleo” (0,55%), “Vehículos automotores, carrocerías y repuestos” (0,36%) y “Petróleo crudo y gas” (0,29%).
Nicolás Vaccaneo, vocero de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM), confirmó que “la mayor causa (de los aumentos) es la suba del dólar” y detalló haber recibido “varias listas con aumentos, de 5% en promedio”.
La suba de los precios mayoristas ya comenzó a impactar en los precios al consumidor. Fernando Savore, vicepresidente de la Confederación General Almacenera Nacional, precisó que desde mediados de agosto “hay varios precios que se están moviendo” y que “algunas alimenticias hablan de subas de entre el 5% y el 9%”.
El referente almacenero advirtió sobre la resistencia limitada que pueden ofrecer los comerciantes ante estos aumentos: “Es resistir hasta donde podemos”. La baja demanda minorista actúa como freno parcial a los incrementos, pero todo tiene un límite en un contexto de deterioro del poder adquisitivo.
Los analistas advierten sobre el riesgo de que esta dinámica se extienda en un bucle, donde la suba del dólar impacta en la inflación mayorista y esta, a su vez, se traslada a la inflación minorista. Si esta tendencia se consolida, podría comprometer uno de los principales logros que reivindica el gobierno: la desaceleración inflacionaria.
El uso de reservas para defender el esquema cambiario, la pérdida de respaldo político, la aceleración inflacionaria y el deterioro de los indicadores financieros forman una tormenta perfecta que suma dudas sobre la continuidad del esquema económico incluso en el corto plazo.
Desde IEB señalaron que “toda indica que, hasta octubre, tendremos que convivir con esta dinámica de poco volumen de operaciones y ventas del BCRA en la banda”. La entidad también destacó que, pese al recorte de tasas de 25 puntos básicos por parte de la Reserva Federal estadounidense, no hubo repunte en los bonos argentinos.
El PIB (producto interno bruto) también mostró señales preocupantes: en el segundo trimestre de 2025, descendió 0,1% respecto al primer trimestre en términos desestacionalizados, dejando al país en la puerta de la recesión técnica. Las exportaciones cayeron 2,2%, el consumo privado 1,1% y la Formación bruta de capital fijo 0,5%.
