Nuestra Argentina atraviesa una fuerte crisis económica, política y social: suba sin techo del dólar, lavado de dinero y aportantes truchos y tras la tragedia en la escuela de Moreno, el miedo a que una situación semejante se produzca en instalaciones estatales crece entre los mismos trabajadores.
Este combo desactivó momentáneamente el aparato comunicacional de Cambiemos. En mayor o menor medida, sectores que engatuzados acompañaron a Cambiemos en 2015 y 2017, vislumbraron el programa de gobierno de Cambiemos al desnudo.
Sin embargo, es notorio que la Alianza de gobierno ha podido encontrar un respiro con el auxilio del sheriff Bonadío y los medios masivos. Día a día desarrollan sin prisa ni pausa la trama del #CuadernoGate con el objetivo de ensuciar a la principal opositora a este gobierno, pero también con otro más urgente que es monopolizar la agenda para que no se pueda hablar de lo que realmente sucede día a día
En ese contexto, es que desde Cambiemos realizan un nuevo "timbreo" con el objetivo de mostrar a sus dirigentes y funcionarios como "cercanos" a los vecinos de todo el país y con "capacidad de escucha".
Los equipos de comunicación buscan generar situaciones en las que el político no habla sino que escucha demostrando atención, para poner al vecino en una simulada posición de centralidad, que jamás llegar a ser tal porque su reclamo se escucha pero jamás se efectiviza. Estos encuentros son arreglados previamente por la dirigencia local y para la comunicación oficial se utiliza visitas a vecinos preseleccionados y avisados, por lo general adherentes, que se han contactado a través de redes sociales o directamente por referencia de algún partidario de Cambiemos.