Tanto Clarín como Techint son dos de las más grandes empresas del país, con importantes ganancias que reparten entre sus accionistas en medio de la pandemia, aún así son parte de quienes incluídas por el gobierno nacional en los programas de ayuda para el pago de sueldos.
Muchos de sus accionistas cobraron cuantiosos dividendos, además de haber blanqueado millones durante el macrismo o haber despedido en plena cuarentena a trabajadores de sus empresas. Una nota de Ari Lijalad en El Destape repasa estos hechos.
Los fondos del “Programa de asistencia de emergencia al trabajo y la producción” (el Programa ATP) que tiene como objetivo es “dar alivio económico inmediato a aquellas empresas y trabajadores afectados directamente por la caída de la actividad económica luego de las medidas de contingencia implementadas durante la Emergencia Sanitaria”.
El problema del programa es el diseño de cómo se administraron los fondos finitos que otorgará el estado. Se requiere que las empresas hayan tenido un ajuste "sustancial" de sus ingresos luego del 12 de marzo. Empresas como Clarín o Techint pudieron acreditarlo mientras que muchas PyMEs no, lo que implica una nueva trasferencia del tesoro público hacia los sectores concentrados según Ari Lijalad en El Destape.
Es correcto que el Estado ayude a las empresas a pagar sueldos durante la cuarentena pero dificílmente debería realizarse en el caso de aquellas con cuentas offshore. Según explica Nicolás Llantos también en El Destape que "la decisión se basa en un principio sencillo: aquellos que incumplen sus obligaciones con la sociedad, desviando el dinero de los impuestos a sus bolsillos, no deben esperar que la sociedad los ayude cuando las cosas salen mal”.