El empresario Gerardo Ferreyra, el único empresario que permanece detenido en el marco de la causa de las fotocopias de los cuadernos de Centeno, habló desde el penal de Ezeiza.
Por primera vez Ferrerya se refirió a la actitud del fiscal Carlos Stornelli quien le dijo:
Se tiene que arrepentir de haber colaborado con estos mugrientos. El matrimonio, los mugrientos que estuvieron en la Rosada.
“Yo no tengo nada de qué arrepentirme. Participé de licitaciones. Algunas grandes gané, otras las perdí. Electroingeniería le bajó 40 a 45 por ciento los costos a la obra pública, comparada con lo que sucede en otros países de América Latina y Europa. Bajamos los valores de las empresas que hegemonizaron o cartelizaron el mercado. Y nuestras obras prestan un servicio hoy de alta perfomance. No tengo por qué arrepentirme tampoco por el desendeudamiento del país ni porque mandaron a la cárcel a los genocidas. No puedo arrepentirme porque durante la dictadura estuve nueve años preso. No puedo arrepentirme por mis hijos y mis nietos”, fue la respuesta de Ferreyra a Stornelli.
Ante la respuesta del empresario Stornelli lo amenazó lisa y llanamente: “Bueno, si no podés arrepentirte, irás a la cárcel”.
Ante la Camara de Casación y acompañado de Eduardo Barcesat, Ferreyra detalló que está preso a pesar de que no existe prueba alguna en su contra. “No encontramos de nada ¿igual lo tenemos que detener?”, es lo que refiere que dijo un oficial de la Federal luego de que un equipo de uniformados estuviese 6 horas en su casa buscando pruebas e irregularidades.