Un importante grupo de vecinas y vecinos de la ciudad de Bahía Blanca participaron de un "ruidazo" que se realizó frente al Palacio Municipal. En horas del mediodía se había realizado otra convocatoria vecinal, en la que participaron también algunos sindicatos. En esta ocasión, las y los vecinos salieron a la calle sin que mediara ninguna convocatoria formal de un partido político u organización sindical.
Las razones de esta autoconvocatoria pueden encontrarse en los constantes tarifazos impulsados por la Alianza Cambiemos, tanto a nivel nacional, como provincial y local. En sus cánticos, apuntaban contra el presidente en uso de vacaciones, Mauricio Macri y contra el intendente comunal Héctor Gay, a quien se referían como un "periodista ausente".
Los motivos del enojo popular se deben, entre otros factores, a que hoy se aprobó a espaldas de la ciudadanía el aumento del boleto de colectivo urbano en el partido de Bahía Blanca. Fue por la decisión unilateral del concejal Nicolás Vitalini (Cambiemos), presidente del Concejo Deliberante, quien pasó por encima del reglamento y no sometió a votación una medida a todas luces antipopular y antidemocrática.
Como si fuera poco, el exorbitante sueldo del intendente comunal Héctor Gay (con un monto que triplica el sueldo de la gobernadora Vidal), sumado a la parálisis de su gestión que generó que varias familias no pudieran enterrar a sus deudos en tiempo y forma y el atropello de haber intervenido la obra social de los trabajadores municipales (DOSEM) a días de fin de año, son factores que confluyen y generan un malestar en la ciudadanía que se tradujo en esta autoconvocatoria sin banderas políticas ni sindicales.
Luego de cortar la calle Alsina, frente a la Municipalidad, caminaron hasta la esquina de calle Chiclana haciendo palmas y golpeando cacerolas y objetos metálicos . Allí, los vehículos que pasaban se sumaban al "ruidazo" haciendo sonar sus bocinas y festejando lo que fue una pequeña chispa de consciencia popular en una ciudad por demás acostumbrada a la queja, pero muy poco a la participación política -no necesariamente partidaria- en defensa de sus derechos.
Sobre el final del "ruidazo", un grupo de los concurrentes decidió ponerse en contacto para organizar futuras convocatorias con mejor coordinación, para evitar las dobles convocatorias y por sobre todo, para llegar a la mayor cantidad de vecinos posible, en un contexto en el que los partidos políticos y los sindicatos parecen estar más atentos a su propio "juego" que a los reclamos de su base de representación.