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jueves, marzo 28, 2024

Daniel Scioli relegado en las listas por sus constantes indefiniciones y su fantasía de ir a las PASO

Cuando se anunció la fórmula Fernández-Fernández no sólo fue el único candidato del peronismo que no depuso sus ambiciones presidenciales sino que redobló la apuesta y "ratificó" su candidatura. Incluso el mismo Sergio Massa finalmente manifestó que "su candidatura podía esperar cuatro años más". Scioli, en su apuro, se quedó en pampa y la vía.

Scioli se presentaba entonces como el "ganador retroactivo" del debate presidencial que mantuvo con Mauricio Macri en 2015, en el que advirtió todo lo que iba a pasar. Esto fue en el tramo final de su campaña, cuando se había despabilado de una campaña mediática, sin presencia en el territorio y con declaraciones harto lavadas para la amenaza que tenía en frente.

Pero ni la militancia "pura" del kirchnerismo ni la misma Cristina Fernández de Kirchner impulsó el lema "vamos a volver" como la vuelta a 2015 como si nada hubiese pasado, no es una reparación retroactiva de la destrucción del proceso neoliberal Mauricio Macri tanto como un encubrimiento de todas las falencias y perfectibles del proceso kirchnerista hasta ese año, sino la necesidad de construir a futuro una nueva mayoría para volver a conducir los destinos de la Nación Argentina.

Scioli creyó tener una centralidad política y una legitimidad que se dio en el contexto de que el establishment político del Partido Justicialista se encolumno en su candidatura, en tanto alababan la actitud dialoguista y de consenso del exgobernador. 

Daniel Scioli con Juan Schiaretti
Daniel Scioli con Juan Schiaretti

A esta altura, desde su propio entorno saben que es imposible ir a una interna, porque de hacerlo, deberían confeccionar una boleta completa y no tienen los nombres para llenar los casilleros, especialmente en lugares de importancia como serían la gobernación bonaerense y la jefatura de gobierno porteña, dos distritos donde supuestamente el ex gobernador es fuerte. Ni siquiera tiene un compañero o compañera de fórmula que lo acompañe.

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Aún así, en medio de las negociaciones con Massa, se le ofreció  ser el primer candidato a senador nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero sus dilaciones e indeficiones hicieron que ese lugar termine siendo para Mariano Recalde.

Hoy por hoy, Scioli baraja posibilidades y mientras más se acerca el cierre de listas no tiene más que la indefinición que ha sido una marca constante de su estilo político, y esto podría llevarlo a quedarse afuera de las listas, algo que por estas horas ya casi tendría lo habría aceptado, muy a pesar suyo.

Su estilo "dialoguista" y de "consenso" poco sirve ante la figura de Alberto Fernández ocupando hoy el centro de la escena nacional. Scioli sigue "hablando con todos" pero ya no con Cristina. Desde el sector de la senadora nacional sienten que el motonauta los defraudó más de una vez. Nadie se olvida que Scioli accedió en 2017 a la Cámara Baja de la mano de la expresidenta.

Con quien sí habla Scioli es con Juan Manuel Urtubey y con Alejandro "el Topo" Rodríguez, jefe de campaña de Roberto Lavagna y ex integrante de su gabinete en Provincia. Tampoco hay que olvidarse de sus elogios públicos a Miguel Ángel Pichetto ni de su amistad de años con Mauricio Macri.

Hay quienes dicen que podría recalar en alguna de estas dos opciones. Sin embargo, Daniel Scioli sabe que en Consenso Federal difícilmente pueda conseguir algo más que ya consiguió en 2017, por lo que el aliciente para pasarse a las filas del economista en chancletas son mínimas.

Por otra parte, su pase al peronismo amarillo de Pichetto significaría terminar de dinamitar sus vínculos con el kirchnerismo y gran parte de su ya reducido capital político. Aunque nadie duda que en un cierre de listas tan ajustado para el peronismo todo puede pasar, no obstante tendría que haber una oferta concreta y de valor, algo que por el momento no hay.

Scioli escuchó las palabras de Alberto Fernández: "Con Daniel somos muy amigos, estoy seguro que él va a tener un espacio cerca mío". El actual diputado nacional sabe que esa cercanía podría traducirse en un cargo en el poder ejecutivo o incluso aspiraría a una embajada.

Es que la situación de Daniel Scioli es en este sentido similar a la de Felipe Sola, ya que ambos fueron electos diputados en las anteriores elecciones de 2017 y todavía gozan de dos años más en sus bancas, en caso de no participar y triunfar en elecciones para el poder ejecutivo. Así, Scioli podría seguiría los pasos de Solá y aspirar a una cuota de participación en la integración del próximo gobierno nacional.

Pero nuevamente, todavía no hay ofertas concretas y de haberla, para que se substancien, primero hay que ganar las elecciones presidenciales. 

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