El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, coordinó hoy en la ciudad de Bahía Blanca el Consejo Regional de Seguridad, donde aseguró ante intendentes y funcionarios de 18 municipios del sur provincial que “luchamos contra el narcotráfico porque es el padre de todos los delitos”.
“Esta jornada de trabajo nos permite repasar lo que hicimos y marcar hacia dónde vamos”, sostuvo el miembro del gabinete de María Eugenia Vidal, en compañía del jefe comunal local, Héctor Gay; el jefe de la Policía, comisario general Fabián Perroni, y el auditor general de Asuntos Internos, Guillermo Berra.
En ese sentido, Cristian Ritondo recalcó cuál es la prioridad de la gestión: “Luchamos contra el narcotráfico porque es el padre de todos los delitos”. “Con esta iniciativa sumamos otro ámbito de intercambio de ideas, consultas y de diálogo entre la Provincia y los municipios”, sostuvo el ministro Ritondo, al tiempo que remarcó: “La seguridad es una política de Estado, la hacemos entre todos”.
A nadie escapó que la afirmación de Ritondo se da de lleno contra las declaraciones de la jefa espiritual de Cambiemos, Elisa Carrió, quien manifestó que sectores de las Fuerzas de Seguridad le plantaban droga a la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich, para simular una lucha contra el narcotráfico a la vez que continuaban sus negocios.
Por otra parte, el ciudadano bahiense promedio lejos está de percibir la realidad y los logros de la supuesta guerra al narcotráfico. Por el contrario, la instalación de los primeros buzones antinarcos suscitó que más recelos entre la población.
Los puntos más sensibles de esta política implementada por Cambiemos son el carácter anónimo y delatorio de las denuncias, y la percepción de que se persigue al narcomenudeo pero no se va por los peces gordos.
Algunos vecinos de la ciudad también se sintieron estigmatizados por la instalación de los buzones. El dirigente peronista Adrián Macre, conocido por su trabajo social, fue uno de los que se pronunció en redes sociales en contra de esta práctica tan cara a los gobiernos dictatoriales.
En efecto, las causa mediáticamente conocida como"Narcochetos", que vendían drogas sintéticas en boliches de Bahía Blanca, son una prueba de que la droga es un flagelo que atraviesa a todas las clases sociales.