Entrecruzarán los llamados entre quienes comandaron la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante el gobierno de Mauricio Macri y los supuestos agentes "cuentapropistas" que espiaron ilegalmente a Cristina Fernández de Kirchner en el Instituto Patria y en su departamento.
En octubre del año pasado, el fiscal Franco Picardi pidió elevar a juicio el caso del espionaje en el Instituto Patria, que se investigó inicialmente en la jurisdicción de Lomas de Zamora.
En esta causa, el juez de Lomas de Zamora Juan Pablo Augé procesó al extitular de la AFI en tiempos de Cambiemos, Gustavo Arribas, su número 2, Silvia Majdalani, al exdirector de Operaciones Especiales Alan Ruiz, al exdirector operacional de Contrainteligencia Martín Coste y otros exfuncionarios del área. Esos procesamientos fueron confirmados por la Cámara Federal de La Plata antes de que el expediente pasara a Comodoro Py.
En un segundo tramo, Augé también procesó al exdirector administrativo de Asuntos Jurídicos Juan Sebastián de Stefano y a Bernardo Miguens, un funcionario que reportaba en esa dirección y que venía de trabajar en el juzgado de Claudio Bonadio.
Augé entendió que ellos fueron parte de las maniobras para encubrir el espionaje sobre CFK, presentándolo como tareas que habían sido ordenadas en una causa judicial.
Sin embargo, esos procesamientos fueron dejados sin efecto por la Cámara Federal de Comodoro Py cuando esbozó su insostenible teoría sobre el "cuentapropismo" –es decir, espías que se cortaban solos por intereses particulares y sin seguir las directivas del organismo–.
Esta tesis, carente de sustento alguno, presuponía que estos agentes tuvieron la osadía y la habilidad para escapar del férreo control vertical que tienen las agencias de inteligencia de todo el mundo, y no sólo espiaron opositores sino también a miembros del gobierno de Cambiemos, incluida la propia hermana de Mauricio Macri, presidente en ese entonces.
Ahora, a instancias del fiscal Gerardo Pollicita, el juez Martínez de Giorgi dispuso requerirle a la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (DAJuDeCO) -la oficina de escuchas de la Corte Suprema- “un análisis técnico de su especialidad, tendiente a establecer las comunicaciones verificadas entre los titulares y/o usuarios de las líneas de interés”.
¿Quiénes son? Arribas, Majdalani, De Stéfano y Ruiz, el hombre que –según afirman los “cuentapropistas”- les daba las órdenes de a quiénes espiar invocando mandatos de Majdalani.
El peritaje ordenado tiene por objetivo “establecer las comunicaciones verificadas entre los titulares y/o usuarios de las líneas de interés; el detalle de interlocutores frecuentes, con la debida indicación de fechas y períodos de comunicaciones, de cada una de las líneas señaladas y las respectivas geolocalizaciones”.
“La diligencia descripta se impone como vía de conocimiento posible para reconstruir interacciones y determinar o descartar la intervención en el hecho de superiores jerárquicos de las personas implicadas hasta el momento”.
Las “personas implicadas hasta el momento” son los supuestos cuentapropistas. En los últimos días, dos de ellos, Emiliano Matta y Leandro Araque estuvieron en el programa de televisión que conduce Rolando Graña en A24, donde ratificaron que respondían a órdenes de Alan Ruiz.
En pocas palabras, Pollicita y De Giorgi buscan "determinar o descartar" si los espías eran efectivamente "cuentapropistas" que "se cortaron solos" o si -como ellos mismos afirman- recibían órdenes de la cúpula de la AFI macrista, Arribas y Majdalani.
Pero no sólo se busca determinar si Arribas y Majdalani estuvieron implicados, sino también si Mauricio Macri también fue parte del plan de espionaje. De allí que además de las llamadas, se rastree la geolocalización de las mismas.
La hipótesis que dejó asentada el fiscal Picardi al inicio de la pesquisa es que hubo un plan sistemático y organizado de espionaje durante la era Cambiemos y que en la cima estaba Macri. Con las medidas es probable que busque saberse si alguno de los mandamases de la AFI estaba en la Casa Rosada o en la Quinta presidencial de Olivos cuando se tomaban decisiones sobre los blancos espiados.