Los libertarios, la nueva fuerza de ultra-derecha en Argentina, llegaron al escenario político nacional con un fuerte discurso "anti-casta" política, bandera del economista Javier Milei. Curiosamente no perdieron oportunidad para ir contra su propio discurso. Pusieron a un hijo de la "casta" política como candidato a legislador: Martín Menem, sobrino del expresidente.
Iniciando como un "out-sider", Milei empezó su campaña electoral atacando a diestra y siniestra a todo el arco político. Juntos por el Cambio no fue la excepción y también fue blanco de sus ataques.
Pero ahora, ya metido en el aparato estatal de la política, Milei coquetea con diversos sectores y llego a contradecir su propio discurso varias veces.
Primero, llegó a coquetear la posibilidad de una fórmula presidencial con Patricia Bullrich, quien ha hecho una larga carrera en casi todos los espacios políticos. De Montoneros al PRO, pasando por la Alianza.
Luego, llegó a decir que Mauricio Macri, quien fue diputado nacional, dos veces Jefe de Gobierno porteño y Presidente de la Nación, "no es parte de la casta política".
Los gestos seductores entre los libertarios y el "ala dura" del PRO llega a tal punto que el mismo Macri llegó a pensar en una fórmula con Milei y su movimiento político.
Un Menem con los libertarios: chau a los "anti-casta"
En un nuevo episodio de contradecir sus propios discursos, los libertarios llevaron como candidato a diputado provincial para la Legislatura de La Rioja a un miembro de la familia Menem.
Proveniente del sector privado, Martín Menem decidió desembarcar en política de la mano de Javier Milei. El sobrino del expresidente Carlos Saúl Menem e hijo de Eduardo Menem se transformó en una de las sorpresas de la jornada electoral al lograr una banca en la Legislatura de La Rioja.
Luego de su carrera privada, decidió meterse en la política y se postuló a diputado provincial por el departamento de la capital riojana. Su buena relación con Milei lo acercó a las ideas libertarias, alejándose de la tradición peronista de la familia. Aunque los mismos libertarios afirman que el primer mandato de Carlos Menem fue el mejor de la historia argentina.