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viernes, marzo 29, 2024

Itaí Hagman: "Hay una falsa idea de que para recuperar el gobierno hay que moderarse"

El libro de Hagman y Bosia consiste en una sistematización de ensayos sobre su propia experiencia militante, a partir de 2001 hasta la fecha y que da cuenta de paulatino del acercamiento entre posiciones de izquierda y del nacionalismo popular, expresado por el peronismo kirchnerista.

El primero en tomar la palabra fue Raúl Gallardo, quien citó el texto "La contradicción fundamental" de la Junta Coordinadora Nacional del radicalismo. Allí se trazan dos campos de gravitación política, pueblo y antipueblo, que exceden y rebalsan las tradicionales categorías de los partidos políticos argentinos, en tanto no se trata de que haya per se partidos políticos populares y antipopulares, sino que explicita el carácter frentista y multipartidario de ambos polos políticos.

Esta misma idea está puesta de manifiesto en el recorrido que realizan los autores en el libro. Ulises Bosia explica que el divorcio originario entre la izquierda y nacionalismo popular al que se refieren tiene que ver con el peronismo se había transformado en menemismo, había sido asimilado por el neoliberalismo. Las tres banderas del peronismo originario eran una añoranza nostálgica como hablar de "socialismo" en un mundo hegemonizado por la globalización neoliberal.

Por su parte, Gisela Ghigliani retomó la idea de que la militancia es un proceso dinámico. "No puede haber un peronista que no se haya podido amalgamar al kirchnerismo" manifestó y agregó que la militancia se trata de "recuperar tradiciones, no repetirlas", citando una frase del libro.

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En referencia al peronismo afirmo que "No podemos ser una necrofilia durante 50, 80 o 100 años". Del mismo modo remarcó que esto "ocurre también en algun espacios del kirchnerismo, más radicalizados, donde pareciera que puede haber algún prejuicio hacia los peronistas que venimos de antes".

Sobre el final y con la intención de ir por la positiva, se refirió al colectivo feminista Ni Una Menos, al que concibio como "transversal" y que motorizó "una artículacion de demandas que venían muchísimos espacios de diferentes, pero que realmente adquirieron un volumen y un peso" que consideró que otros espacios partidarios no han logrado generar después de 2015.

Finalmente, tomó la palabra Itaí Hagman, referente nacional de Nueva Mayoría, quien tras referirse al libro se metió de lleno con la coyuntura política que vive la Argentina. En sintonía con la entrevista realizada unas horas antes, destacó el rol de CFK como opositora no sólo a Mauricio Macri, sino al proyecto neoliberal que el presidente impulsa, en contraposición otros sectores de la oposición que ofrecen "gobernabilidad" en tanto no constituyen otro programa de gobierno.

En ese sentido, explicó que la persecución política y judicial a Cristina Fernández de Kirchner ponía en riesgo el sistema democrático tal como lo entendemos, en tanto implica no sólo que vayan por "bajarnos el salario" sino que van por mucho más. "Si podemos discutir la conformación de un frente patriótico antineoliberal es en parte gracias a la candidatura de Cristina en 2017". En ese frente deben confluir las fuerzas políticas que no sólo le dicen no a Macri, sino fundamentalmente los que rechazan el proyecto político que puso al país en manos del FMI.

Ya en relación a la figura de CFK y la idea que ronda entre ciertos dirigentes políticos sobre el "techo electoral" de la expresidenta manifestó sin ambages "No creemos en eso, si existiera el techo Macri nunca pudiera haber sido presidente". A continuación explicó que si "Cristina tiene ese rechazo, no por un problema personal sino por lo que representa" y que eso no se soluciona con otro candidato y mucho menos con un moderado: "Ya nos pasó en 2015". Finalmente explicó "La idea de que para recuperar el gobierno hay que moderarse, no me convence y la historia latinoamericana reciente muestra lo contrario" y que por eso el Frente Patria Grande postula que el rol de CFK debe ser central en la unidad del Frente Patriótico Antineoliberal.

Sobre el final explicó que la militancia tiene que construir las condiciones "una nueva oleada latinoamericana" y esa próxima oleada no es sólo una forma de "revertir los daños del neoliberalismo sino para ir más lejos y superar la primera con transformaciones más profundas y duraderas". Para eso "debemos unirnos y dejar de lado diferencias secundarias" concluyó.

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