La pasividad de Mauricio Macri ante el golpe de estado en Bolivia parece tener una razón extra: el gobierno de Macri supo de boca de Luis Fernando Camacho que planeaban derrocar a Evo Morales, seis días antes de que sucediera.
Una nota publicada por El Cohete a la Luna, se detalla que el empresario golpista se reunió con diplomáticos de los consulados de otros países en Santa Cruz de la Sierra el 4 de noviembre
Según la periodista Alejandra Danda, durante la reunión Camacho pidió asilo al consulado argentino ante la posibilidad de que la “insubordinación civil” que planeaba eventualmente fallara.
El consulado no podía brindar el asilo, en tanto era una atribución de la embajada en La Paz. No obstante, durante el encuentro, Camacho adelntó que 48 horas más tardes las Fuerzas Armadas entrarían en la casa de gobierno.
No se trata de meros trascendidos sino que la información quedó registrada en un cable que el consulado argentino envió a Cancillería. Esto hace a Jorge Faurie responsable directo de la inacción del gobierno argentino.
Además, los cónsules intentaron persuadir al fanático Camacho de que era una locura, algo que creyeron haber logrado.
Se trataba de los cónsules Roberto Dupuy por Argentina, y Agustín Uña Rodríguez, por España. Cabe destacar que Dupuy es radical y defiende los procesos democráticos.