En unas elecciones presidenciales con una importante participación en torno al 69% en Honduras, la candidata de izquierda Xiomara Castro, del Partido Libertad y Refundación (Libre), resulta vencedora por casi 20 puntos de diferencia, de acuerdo a los primeros resultados oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Los resultados preliminares, que se demoraron casi una hora generando malestar en la población, le otorgaban a Castro 53,5% de los sufragios frente al 34 por ciento del candidato oficialista del Partido Nacional (PN), el alcalde de Tegucigalpa, Nasry Asfura, con el 40 % del total de las actas escrutadas.
Los primeros resultados oficiales coinciden con casi todos los boca de urna, que le daban a Castro una ventaja que se extendía hasta los 15 puntos de diferencia de acuerdo a la encuestadora LeVote.
Ambos candidatos, que partían como favoritos a quedarse con la presidencia, se proclamaron ganadores antes de que se conozcan los resultados definitivos, que podrían llevar días en anunciarse. Los hondureños eligieron en las urnas al sucesor del presidente Juan Orlando Hernández, cuestionado por corrupción y cuyo partido sería desbancado tras 12 años en el poder.
Masiva participación electoral
Los comicios, en los que participaron 14 partidos y doce candidatos presidenciales, fueron observados por más de 400 enviados especiales de la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore) y expresidentes latinoamericanos.
No hubo “incidentes que lamentar” y participaron más de 3,2 millones de los 5,1 millones de votantes habilitados para votar, indicó Kelvin Aguirre, presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Aguirre pidió a los candidatos presidenciales no declararse ganadores hasta que el CNE divulgue los resultados oficiales de las elecciones, las undécimas consecutivas desde 1980, cuando el país retornó al orden constitucional. Pero unas tres horas antes de que se cerraran las mesas de votación, los partidos Libre y Nacional daban como ganadores a sus respectivos candidatos.
El gesto de Castro y Asfura generó la inmediata reacción del CNE y la OEA. “Ayudémonos todos a salir bien de este proceso electoral, el pueblo merece actuar con tranquilidad y prudencia hasta que se produzca el resultado final“, reclamó la magistrada del consejo electoral, Rixi Moncada, al anunciar el comienzo del escrutinio.
Asimismo, la misión de la OEA exhortó “a los candidatos y actores políticos a que tengan una actitud responsable y eviten proclamaciones y pronunciamientos anticipados“, mientras que la coordinadora residente de la ONU en Honduras, Alice Shackelford, exhortó a los actores políticos a “mantener la calma“.
La masiva afluencia de votantes registrada en la capital hondureña se repitió en varias ciudades y municipios del país centroamericano. De hecho, los colegios electorales lucían repletos desde la primera hora del domingo.
Xiomara Castro votó por la mañana en la ciudad de Catacamas, departamento de Olancho, en el este del país, y exhortó a sufragar de forma masiva. “Tengamos paz, no atendamos provocaciones, sabemos que van a intentar provocar al pueblo, hay desesperación, especialmente de aquellos que han estado gobernando estos 12 años“, expresó.
Feliz y llena de esperanza he ejercido mi sufragio hoy desde Olancho. Con el corazón, por la Refundación del país que todos soñamos, por la reconciliación nacional y por la vuelta a la democracia que tantos años hemos anhelado. ¿Y ustedes? #HoySiSeVan pic.twitter.com/ZYZd21aKwx
— Xiomara Castro de Zelaya (@XiomaraCastroZ) November 28, 2021
Castro, quien asegura promover un “socialismo democrático” con una agenda progresista, ha sido tildada de “comunista” por sus rivales más reaccionarios.
Además del nuevo presidente, los hondureños también debían elegir a los 128 miembros del Congreso Nacional y 20 representantes del parlamento centroamericano. Los resultados de estos comicios serán definitivos, ya que en Honduras no hay posibilidad de ballotage y se consagra presidente el candidato que más votos obtenga en una única vuelta.
Los temores de fraude y los reportes de al menos 31 muertos como parte de la violencia política en esta campaña avivaron las tensiones, mientras el país experimentó un salto del desempleo de 5,7 por ciento en 2019 a 10,9 por ciento en 2020, según la Universidad Nacional Autónoma, y tiene al 59% de sus diez millones de habitantes sumidos en la pobreza.
Castro es esposa del derrocado presidente constitucional Manuel Zelaya, presidente progresista que sufrió un “golpe blando” en 2009 de parte del establishment político-económico del país centroamericano. Tras la ruptura del orden constitucional, Honduras vivió 12 años de gobierno de la misma fuerza de derecha, que dejó al país en la situación socio-económica más delicada desde la década de los ’80.