El gobierno dictatorial de Jeanine Añez, la autoproclamada presidenta de Bolivia, acusa a Evo Morales de terrorismo y sedición, entre otros delitos. La denuncia penal contra el presidente depuesto y asilado en México fue presentada por Arturo Murillo, el ministro que pidió hacer una “cacería” de adherentes y dirigentes del MAS.
El fundamento de la demanda es una supuesta grabación de una conversación telefónica entre Evo Morales y un dirigente del trópico de Cochabamba identificado como Faustino Yucra.
De acuerdo con este video, el mandatario supuestamente insta a organizar bloqueos en el país para exigir la renuncia de la senadora Jeanine Áñez, autoproclamada presidenta interina.
“Lamentablemente estamos bajo un acoso terrorista que quiere matar a los bolivianos de hambre y no lo vamos a permitir”, dijo Murillo, a su salida de la Fiscalía. Evo rechazó la acusación en su contra y señaló que corresponde a la criminalización realizada por el gobierno de Áñez.
“A los movimientos sociales que luchan por la vida y la democracia, la Fiscalía les inicia investigaciones de oficio con montajes, pruebas sembradas y grabaciones manipuladas, pero para 30 hermanos asesinados en Bolivia a bala, no hay investigación, responsables o detenidos”
El fiscal general Juan Lanchipa adelantó el material se enviará a Argentina para que su veracidad sea establecida o descartada “en un plazo de 5 días”.
Además, aseguró que pidieron a la empresa estatal de telecomunicaciones Entel que determine si el teléfono “pertenece al Estado o es de uso particular”. Finalmente, Lanchipa, informó que notificarán a la Cancillería de México sobre la denuncia contra Evo Morales.