La sucesión de la Ciudad de Buenos Aires se convirtió en uno de los capítulos más ardientes de la interna en Juntos. Tras la foto de Jorge Macri con Bullrich, Larreta respondió mostrándose con Acuña y "desactivando" al primo del expresidente. La disputa UCR-PRO por CABA a la que ahora también se suma López Murphy.
El martes pasado, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, primereó a Horacio Rodríguez Larreta y le dió su apoyo formal a la candidatura de Jorge Macri en la Ciudad de Buenos Aires.
En un encuentro que protagonizaron en un bar ubicado en Plaza Houssay, Bullrich transmitió la decisión del ala dura del Partido (encabezada por ella y por Mauricio Macri) de no permitir que la Unión Cívica Radical (UCR) le arrebate el gobierno de la Capital.
"Voy trabajar fuertemente para que el próximo jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sea del PRO", dijo Bullrich en un encuentro junto a Jorge Macri.
La apuesta de la ex ministra de Seguridad de Cambiemos salió mal tanto para ella como para el ex intendente de Vicente López.
Por un lado, el primo del expresidente no le devolvió el gesto y no tuvo ninguna declaración de apoyo a la candidatura presidencial de Bullrich. Por el otro, el Jefe de Gobierno porteño tomó represalias.
Desde el entorno de Larreta aseguran que el alcalde decidió "desactivar" a su ministro. La primera muestra se dio el jueves cuando el Jefe de gobierno visitó la escuela primaria N°21, junto a su ministra de Educación, Soledad Acuña, a quien señalan desde su entorno como una de las favoritas para sucederlo en el Ejecutivo de CABA.
A este acto también iba a asistir Jorge Macri, que a último momento fue bajado de la actividad. Movimiento que se leyó inmediatamente como la respuesta a la foto con Bullrich.
Además, volvió a mencionarse a Fernán Quirós como posible candidato del "larretismo puro" para la Ciudad. El ministro de Salud porteño es el blanco de Bullrich y de Macri para intentar desgastar su imagen, ya que es uno de los funcionarios de la Ciudad con mejor imagen positiva.
Meses atrás, en una señal de paz con Mauricio Macri, Larreta había instruido a todos sus ministros a subir al primo del expresidente a todas las actividades que pudieran. Pero la apurada por parte de parte de Bullrich y el ex intendente bonarense generó malestar en el Jefe de Gobierno.
En el larretismo creen que el ex presidente estuvo detrás de la foto Bullrich-Jorge Macri, en una clara señal de que el fundador del partido amarillo no piensa ceder el territorio donde nació su fuerza política a la UCR.
El mismo martes de la foto de Bullrich, Larreta mantuvo un encuentro con Martín Lousteau, el postulante de UCR Evolución en la Capital Federal, y senadores estadounidenses.
La UCR por la reconquista, el PRO por la caja
En su carrera por la presidencia, Larreta sabe que necesita de una buena alianza con la UCR, que cuenta con el mayor aparato y estructura dentro de Juntos por el Cambio. Los boina blanca, por su parte, están completamente negados a que el PRO vuelva a quedarse con las tres candidaturas principales en 2023: presidencia, gobierno porteño y el bonaerense.
Si Larreta sueña con una fórmula mixta con un radical para la presidencia, desde el partido centenario buscan recuperar la Capital, un histórico bastión radical, perdido en el año 2000.
La pérdida de CABA a principios de siglo es un herida abierta en el radicalismo, que debieron cederla al Frepaso para asegurar la carrera presidencial de Fernando De la Rúa.
La autonomía de CABA es uno de los hitos radicales, que Raúl Alfonsín logró negociar con Carlos Menem en el Pacto de Olivos. En aquella oportunidad, Alfonsín le entregó más que un distrito a De la Rúa: se trató de una plataforma para saltar a la presidencia años después.
Desde aquel entonces, dos de los seis Jefes de Gobierno porteño lograron pasar al Sillón de Rivadavia -De la Rúa y Macri-, y Larreta piensa seguir los mismos pasos.
Por ello, recuperar su joya perdida es una tarea irrenunciable para el partido centenario.
En este escenario, la delicada alianza con Lousteau es una joya que Larreta no puede darse el lujo de romper varios meses antes del cierre de listas para 2023.
En cambio, Bullrich y Macri creen que las candidaturas amarillas tienen el suficiente peso en las encuestas para poder competir sin los radicales al peronismo, y así poder imponer las duras reformas liberales que abiertamente proclaman necesarias realizar "con valentía". O sea: sin consulta del radicalismo.
Pero sobretodo, al PRO en general -y a Macri en particular- le preocupa perder la Ciudad porque esta es una fuente inagotable de negocios públicos y privados que les permiten financiar una estructura nacional. Macri no está dispuesto a negociar su lugar de origen, ni su "caja".
López Murphy se suma a la carrera
Mientras radicales y amarillos disputan duras internas, la colectora liberal de Juntos en la Capital sueña con competirles de igual a igual.
El Diputado Nacional y jefe de Republicano Unidos, Ricardo López Murphy, se sumaría a la carrera por la sucesión porteña.
"Las encuestas en la Ciudad de Buenos Aires me han sorprendido", dijo el diputado y agregó:
"He sido alguna vez candidato a jefe de Gobierno porteño, así que no puedo descartar volver a presentarme en las próximas elecciones".
Desde el espacio de el "bulldog" comentan que hay que cubrir el espacio de centro-derecha.
"Ni Lousteau, ni Jorge Macri tienen esa orientación. Y Milei no tiene candidato en el distrito", a pesar de que surge el nombre de Ramiro Marra como posible contrincante.
"Tengo que ver dónde podemos ser más útiles para expresar una visión basada en la libertad, pero que también sea parte de una gran coalición que remueva esta catástrofe que hemos vivido de veinte años de kirchnerismo (sic)", señaló en diálogo con LN+.