En Argentina, las mujeres realizan la mayor parte de las tareas de cuidado. Por esta razón y para comenzar a reparar desigualdades sociales, el Gobierno a través de la ANSES comenzará a reconocerles a las personas gestantes -desde los 60- un año de aportes por cada hijo. En lo inmediato, esta política permitirá que 155.000 puedan jubilarse.
“Eso que llaman amor, es trabajo no pago”, reza la consigna feminista que resaltó la directora ejecutiva de ANSES, Fernanda Raverta, en el acto en Lomas de Zamora donde anunció también un bono de $ 5.000 para los jubilados.
Las mujeres participan menos del mercado de trabajo remunerado y, cuando lo hacen, tienen mayores dificultades que los varones para acceder a puestos de trabajo registrados. Además, sufren intermitencias en sus trayectorias laborales y perciben menores salarios. Uno de los factores explicativos es la dificultad de conciliar la vida laboral y la crianza de los hijos. Esto hace que las mujeres acumulen menos aportes jubilatorios.
Las mujeres, de hecho, llevan adelante el 75% de las tareas domésticas no remuneradas, de acuerdo a la información compilada por la Dirección de Economía, Igualdad y Género.
Las brechas también se plasman en la menor tasa de actividad femenina se ubica 20 puntos por encima de la masculina, al igual que en la desocupación, según las estadísticas desagregadas en el informe de “Los cuidados, un sector económico estratégico” que llevó adelante la oficina de Mercedes D’Alessandro.
Los datos con los que cuenta ANSES indican que, a partir del nacimiento de primer hijo, y con más claridad a medida que se incorporan más nacimientos, disminuye la densidad de aportes previsionales que registran las mujeres.
Por eso, el Programa Integral de Reconocimiento de Períodos de Aportes por Tareas de Cuidado busca reparar parte de las desigualdades estructurales que sufren las mujeres a lo largo de su vida y que están derivadas, en gran medida, de la sobre carga de las tareas de cuidado y de las inequidades del mercado de trabajo que se acumulan en el largo plazo.
El reconocimiento de años de servicio por tareas de cuidado apunta a promover la jubilación de muchas mujeres que hoy no pueden hacerlo por falta de aportes. De hecho, sólo una de cada diez llega a los 30 años de trabajo formal que le permite acceder a la jubilación.
“Vimos que había mujeres que no habían podido entrar en la moratoria y no podían jubilarse. Todas esas mujeres eran madres argentinas que habían dedicado tiempo, esfuerzo, trabajo, en ver crecer a sus hijos”, sostuvo Raverta. Reclamó que “la Argentina se merece reconocer la tarea de cada mujer que dedica tiempo al cuidado de sus hijos y de sus hijas”.
“Es una media del presente que tiene que ver con un pasado que hay que modificar y con un futuro que hay que presentar de otra manera”. Así presentó Raverta la decisión del Gobierno de reconocer un año por cada hijo de las mujeres que no cumplan con los 30 años de aportes para poder jubilarse. Si bien desde el Gobierno reconocen que esta no consiste en la única inequidad que sufren las mujeres para acceder a una jubilación, resulta un paso de enorme importancia.
Argentina cuenta con uno de los niveles de cobertura previsional más elevados de la región.
Más del 91% de las personas en edad de jubilarse tenían algún beneficio previsional en 2015. El país también sobresale por sus altos niveles de participación femenina en las prestaciones previsionales de las personas mayores, incluidas las jubilaciones.
Estos logros se consiguieron a partir de la implementación de las moratorias previsionales aplicadas en los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.
En diversos países, incluidos varios de la región, se implementan políticas de seguridad social que compensan las brechas de género. Este programa de reconocimiento de períodos de aportes por tareas de cuidado permite conjugar experiencias positivas ya probadas en otros países como Uruguay con la trayectoria de inclusión previsional argentina.
Desde ANSES proyectan que facilitará la inclusión de 155.000 mujeres de manera inmediata, la mayoría de las cuales hoy no cuentan con ingresos propios. Esto implicará el acceso simultáneo a su derecho a la cobertura de salud a través del PAMI.
No obstante ello, resulta probable que muchas de ellas ya cuenten con cobertura a través de la figura de “a cargo” en caso de que su conviviente ya esté afiliado a la obra social.