Evo Morales llegó a Argentina para asilarse y refugiarse, así como para poder ejercer como jefe de campaña del MAS en las venideras elecciones en Bolivia. Además, declarará en los juzgados federales de Comodoro Py contra la dictadora Jeanine Áñez y el golpista Luis Camacho, acusados de delitos de lesa humanidad cometidos contra ciudadanas y ciudadanos argentinos y bolivianos con documentación argentina
La dictadura Jeanine Áñez y el empresario evasor y golpista, Luis Camacho, fueron denunciados ante el poder judicial de nuestro país por delitos de lesa humanidad, al tiempo que se solicitó un pedido de captura en su contra. Por esta razón, fracasó el plan de Mauricio Macri de invitar a la dictadora a la asunción de su sucesor, el actual presidente, Alberto Fernández.
La causa tramita en el juzgado de María Romilda Servini, quien investiga la existencia de delitos de Lesa Humaindad entre los que se destacan, torturas, asesinatos y desaparición de personas. Los principales acusados son nada menos que la usurpadora Áñez y Camacho, el líder golpista que busca ser candidato en unas elecciones marcadas por la proscripción de Evo Morales.
La llegada del presidente depuesto de Bolivia a Argentina le brinda la posibilidad de actuar como jefe de campaña de su partido, Movimiento al Socialismo, conduciendo la campaña política desde Buenos Aires.
Además, en el Conurbano Bonaerense, como en otras partes del país, hay una gran población de bolivianas y bolivianos que reconocen a Morales como presidente legítimo y que podrían ofrecerse para colaborar con él.