Las dirigencia kirchnerista que el fin de de semana pasado encabezó el plenario militante en Avellaneda volvió a reunirse este miércoles en la ciudad de Ensenada. Allí calificaron de exitoso el acto y resolvieron replicarlo en otros puntos del país.
En el encuentro a puertas cerradas, se hizo un repaso de la jornada del sábado en el distrito del sur del conurbano y se trazó un esquema de los próximos movimientos de la dirigencia y militancia kirchnerista.
Entre los planes inmediatos surgió la necesidad de federalizar el encuentro y llevarlo al resto de Argentina: El noreste y noroeste, el centro, la Patagonia y las ciudades del interior bonaerense, en representación de las secciones electorales, aparecen como futuras locaciones.
Los dirigentes interpretan que:
“Cristina 2023 es un programa electoral en sí mismo: no sólo es la mejor candidata sino que también es la que mayor certidumbre genera para la clase trabajadora y el electorado peronista”.
La principal premisa del sector es "romper la proscripción" de Cristina Fernández de Kirchner, y entienden que la expresidenta debe poder ir a las urnas sin ningún condicionamiento judicial que pueda perjudicar su candidatura.
“Cristina 2023 es una consigna que genera mística, entusiasmo y masa crítica de cara al debate electoral”, definieron a modo de resumen sobre el encuentro de la llamada “Mesa de Ensenada”, el espacio donde cada dos semanas se reúnen los dirigentes kirchneristas para trazar un análisis coyuntural. La ubiación siempre es la ciudad que gobierna Mario Secco, uno de los protagonistas principales del comando de campaña del Operativo Clamor.
"Vamos a seguir exigiendo el cese de la persecución contra la líder política más importante del país y a movilizarnos para reclamar por su inocencia. Cristina es inocente", fue una de las principales reflexiones del encuentro a puertas cerradas.
Los dirigentes de la "Mesa de Ensenada"
Da la reunión de este miércoles participaron el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; los intendentes Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada), Fabián Cagliardi (Berisso); la ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez, su par de Desarrollo de la Comunidad, Andrés "Cuervo" Larroque; de Trabajo, Walter Correa, de Mujeres y Diversidad Sexual, Estela Díaz, la presidenta del Instituto Cultural de la Provincia, Florencia Saintout; los diputados nacionales, Hugo Yasky, Sergio Palazzo, Vanesa Siley, Leopoldo Moreau; los referentes sindicales, María Rosa Martínez (Federación Gráfica); Roberto Baradel (Suteba); Sonia Alesso (CTERA) y Mario "Paco" Manrique (SMATA).
También el secretario de Obras Públicas de la Nación, Edgardo Depetri, la presidenta del bloque del Frente de Todos en el Senado bonaerense, Teresa García; el titular de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo, Eduardo Montes, el titular de ACUMAR, Martín Sabbatella, el Jefe de Asesores del gobierno bonaerense, Carlos "Carli" Bianco; el titular de AFIP, Carlos Castagneto y los dirigentes, Lauro Grande, Adrián Grana, Diana Conti, Nahuel Bibe, Héctor “Gallego” Fernández y Gastón Castagneto.
Los dirigentes de la "Mesa de Ensenada" son miembros del comando kirchnerista que lucha por romper la proscripción de CFK. A la cabeza del grupo se posicionan el gobernador Kicillof y el diputado nacional y titular del PJ bonaerense Máximo Kirchner.
En el plenario del sábado pasado, Kirchner ponderó que el espacio tiene que “generar las condiciones”, para que Cristina pueda “elegir libremente” qué rumbo tomar y lo emparentó con lo realizado en 2019 cuando definió al candidato presidencial para vencer al macrismo en las elecciones.
Los reclamos de la militancia
Más allá de los dirigentes, existen reclamos concretos elevados desde las bases militantes el último sábado en Avellaneda.
En la dinámica de aquella jornada, que tuvo 15 distintas comisiones de debate, el mensaje hacia la dirigencia tenía tres diagnósticos:
- No se hicieron las transformaciones planteadas en 2019.
- Cristina Kirchner tiene que ser la candidata presidencial.
- Para “romper la proscripción” hay que movilizar más de lo realizado hasta ahora, es decir: “ganar la calle”.
Ante ese escenario, la primera reacción de la dirigencia fue volver a reunirse y plantear los próximos pasos inmediatos, entre los que resolvieron replicar los plenarios militantes a lo largo y ancho del país.