En el marco de la Megacausa Zona 5, la defensa oficial alegó en defensa de Arsenio Lavayen, uno de los guardias del Centro Clandestino “La Escuelita” que estuvo presente durante el parto del nieto recuperado 140, hijo del matrimonio Romero-Metz.
En el marco de la Megacausa Zona 5, el pasado jueves 10 de julio prosiguió el alegato de la defensa oficial. La misma, representada por el abogado Gustavo Rodríguez y la abogada Cintia Bonavento, será la última exposición antes del veredicto del juicio de Lesa Humanidad más grande de la ciudad de Bahía Blanca y de la Provincia de Buenos Aires.
La jornada nuevamente se desarrolló de manera enteramente telemática, y fue la centésima trigésima novena audiencia en el marco de la Megacausa Zona 5, que juzga delitos aberrantes de Lesa Humanidad y que lleva más de tres años y medio de debate. El juicio entrará en receso invernal hasta el 7 de agosto que retomarán las audiencias.
En una audiencia acotada, con apenas dos horas de exposición, la defensa desplegó su estrategia defensiva en favor de tres imputados, Carlos Villanueva, Osvaldo Páez y Arsenio Lavayen, que sumados a los dos de la audiencia anterior suman cinco defendidos de los catorce que asisten en total. Este último imputado fue uno de los guardias del Centro Clandestino que presenció el parto del hijo del matrimonio Romero-Metz, el nieto 140.
La verdad siempre florece
La audiencia 139 se desarrolló en la semana que desde los organismos de Derechos Humanos y la sociedad toda, celebramos un nuevo encuentro de un hijo de personas desaparecidas apropiado por la dictadura genocida.
La restitución de la identidad del Nieto 140, como lo denominan las Abuelas de Plaza de Mayo, principales artífices de estos encuentros, tuvo la particularidad de ser la de un niño nacido en el Centro Clandestino “La Escuelita” de Bahía Blanca cuyos crímenes se juzgan en el juicio “Ayala Felipe y otros…” conocida como Megacausa Zona 5.
El hombre de 49 años que hoy recupera su identidad, nació en ese lugar del horror, entre personas vendadas, tabicadas, lastimadas, violadas, torturadas, incluyendo a su madre y padre.
Gracias al valiosísimo testimonio de sobrevivientes víctimas, especialmente de Alicia Partnoy, se tenía conocimiento que era un varón, la fecha de su nacimiento y otros detalles de ese atroz momento.
La casualidad, si es que existiere, quiso que justamente en esta audiencia, la defensa oficial desplegara el alegato defensivo de uno de los guardias del Centro clandestino presente al momento del parto del niño robado: Arsenio Lavayen, alias “Zorzal”.
Lavayen ya posee una condena a prisión perpetua en un juicio anterior en nuestra ciudad, “Causa González Chipont”, por los secuestros, torturas, y asesinatos, algunos con desaparición forzada, sobre más de 50 víctimas. También allí fue condenado por el robo de los dos bebés allí nacidos: el bebé de Graciela Izurieta y Ricardo Garralda, que aún buscamos, y el bebé del matrimonio Graciela Romero y Raúl Metz, el Nieto 140 recientemente restituido.
Y al final, hay recompensa
El genocida Lavayen es señalado por Alicia Partnoy como uno de los guardias que asistió el parto, aunque el genocida en su declaración adujo que estaba de franco, algo esperable ya que no puede declarar contra sí mismo, pero sí reconoció el nacimiento del niño:
“…cuando vuelvo estaba el comentario del personal que estaba en servicio que había ocurrido el caso, que había nacido el bebé, yo no lo vi… me dijeron que a la hora y cuarto o a la hora y media de haber nacido el bebé vino un médico de la unidad, del Comando Quinto Cuerpo retiró el bebé del lado de la madre y dijo que lo llevaba a la enfermería del Quinto Cuerpo”, confesó, y así consta en los fundamentos de la sentencia de ese juicio. Más adelante en su declaración agregó:
“…comentaban que venía un mayor desde Buenos Aires con la esposa especialmente a buscar y llevarse el bebé eso lo escuché con mis propios oídos”.
Otro de los testimonios valorados tanto en los juicios de Bahía Blanca como en los realizados en la jurisdicción de Neuquén, fue el de la titular de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos Noemí Labrune.
En épocas de impunidad, fueron las investigaciones de las APDH de Neuquén y Bahía Blanca, quienes llevaron adelante importantes relevamientos que pudieron plasmarse muchos de ellos, en los llamados “Juicios por la Verdad” realizados entre los años 1999 y 2000 en nuestra ciudad.
Labrune entrevistó a Lavayen y también a otro guardia que se encontraba presente en el nacimiento de los niños, Felipe Ayala, ya fallecido. Lavayen, también le confesó a Labrune su conocimiento del nacimiento del niño y su participación en el Centro Clandestino.
Noemí, quien falleció en el año 2023 a los 93 años, fue una histórica e incansable militante por los Derechos Humanos, que luchó por los derechos de todos y para todos hasta sus últimos días. Fue fundadora de la APDH junto al Obispo Jaime de Nevares y también fue fundadora del CELS, Centro de Estudios Legales y Sociales, junto a militantes de la talla de Augusto Conte y Emilio Mignone. Noemí dejó un gran legado de construcción y compromiso.
Además de la declaración en los juicios por la verdad, Alicia Partnoy declaró en la causa Bayón el día 27 de diciembre del 2011. Con respecto al nacimiento del niño Romero-Metz expresó:
“El personal médico, enfermero le había recetado que caminara para facilitar el parto, todos los días, con la venda, agarrada a una mesa, como diez vueltas alrededor de esa mesa”, señaló.
“El día 16 de abril a la noche, 16, 17, yo pienso que es el día 17 a la madrugada, Graciela da a luz un varón. Yo pedí insistentemente ayudar, porque yo era madre y quería ayudarla en su parto y no me permitieron”, dijo.
“Dijeron que el médico no estaba disponible, hubo todo un revuelo, que fueron a buscar al médico y no estaba disponible para el parto y entonces este guardia, asistió, me dijo que había asistido en el parto, que él sabía de parto por los animales en el campo, que hacía parir los animales en el campo“, agregó.
“Y unos días después, cuando yo estoy en el baño, que me habían llevado a duchar, la entran a ella, la veo por unos instantes y me ratifica que tuvo el bebé, que es un varón y me dice que está ahí afuera y estaba desvendada, se movía sin vendas en “la Escuelita”, para mí era muy preocupante cuando un prisionero se movía sin vendas porque asumía yo que lo iban a matar”, continuó.
“No nos permitieron hablar, realmente fue un error de ellos que nos encontráramos, realmente, creo que no estaba planeado, yo le pregunté por el bebé, me asombró verla, pero no sé más nada. Los guardias decían que ese bebé iba a ser adoptado o llevado por uno de los interrogadores o torturadores…”, comentó. Más adelante aseveró:
“Antes del año 1984 ya había hecho denuncias. Esa denuncia no era anónima, como se dijo en su momento para rechazarla, había sido documentada por organismos internacionales”.
“Si la justicia hubiera querido intervenir lo hubiera podido hacer. Había gente de Amnesty Internacional buscando el bebé de Graciela y Raúl Eugenio… Lavayen asistió el parto específico del hijo de Romero de Metz y dijo que lo iba a adoptar uno de los interrogadores o torturadores…”, concluyó.
Como ya está acreditado, desde los inicios de las investigaciones, Lavayen fue uno de los guardias que atendió a Graciela Romero en el parto, y aunque nunca haya confesado, ni haya dicho qué hicieron con ese niño que nació en el Centro Clandestino, el pasado 7 de julio la verdad afloró con toda la fuerza del amor y la tenacidad con que su familia, Abuelas de Plaza de Mayo, Organismos de Derechos Humanos, H.I.J.O.S. y toda la sociedad lo buscó hasta encontrarlo.
El encuentro del hijo del matrimonio Romero-Metz no hace más que corroborar la siniestra trama del “Plan sistemático de robo de bebés” perpetrado por la dictadura sobre aproximadamente 500 niños y niñas, el cual fuera juzgado y sentenciado de esta manera en la causa conocida con la misma denominación, con sentencia del 5 de julio de 2012. En dicha causa se reconoció:
“…las constancias de la existencia de una práctica sistemática y generalizada de sustracción, retención y ocultamiento de menores de edad, haciendo incierta, alterando o suprimiendo su identidad, en ocasión del secuestro, cautiverio, desaparición o muerte de sus madres en el marco de un plan general de aniquilación que se desplegó sobre parte de la población civil con el argumento de combatir la subversión, implementando métodos de terrorismo de Estado durante los años 1976 a 1983.”
En cuanto a Lavayen, claramente no puede ser condenado dos veces por los mismos crímenes, por lo que llega a juicio nuevamente por su participación sobre otras 36 víctimas que sus casos no fueron juzgados en el juicio anterior. Además de estar acusado de secuestros, torturas, asesinatos y desapariciones, también se le suma el delito aberrante de abuso sexual.
Los abogados desplegaron la defensa de Lavayen, con similares argumentos que en la causa anterior “González Chipont“- algunos tramos incluso de manera idéntica- argumentando su falta de educación, su incapacidad y su adicción al alcohol. Alcohol que seguramente lo envalentonaba, para cometer los delitos por los que se lo encontró culpable en el juicio anterior y por los que se lo acusa en esta nueva causa. De ninguna manera ser poco instruido o beber de más lo puede eximir de cometer los peores delitos que se hayan registrado en la historia de nuestro país.
Lavayen va camino a su segunda condena y a pesar de su silencio y el de sus camaradas, el Plan Sistemático no fue perfecto y en Argentina se siguen juzgando genocidas y encontrando a los niños y niñas robados, hoy hombres y mujeres adultas.
Sus familias y el resto de la sociedad los recibe con todo el amor con que fueron buscados y traídos al mundo por sus madres y padres, contrarrestando el odio de sus perpetradores de la dictadura.
Los otros dos genocidas por los cuales la defensa oficial desplegó su alegato fueron el multicondenado Osvaldo Bernardino Páez, con tres condenas a prisión perpetua, y Carlos Enrique Villanueva condenado a 24 años de prisión en una causa de Lesa Humanidad en la jurisdicción de Córdoba.
A la vuelta del receso invernal, la defensa oficial seguirá desplegando su alegato en favor de los nueve imputados restantes, de un total de catorce que asiste en esta Megacausa.
Centésima trigésima novena audiencia de la Megacausa Zona 5 (10 de julio de 2025)
¿Cuándo continúan las audiencias?
La próxima audiencia, pasada la feria judicial de invierno, se realizará el día jueves 7 de agosto desde las 9:30 o 10 horas aproximadamente, de manera virtual, modalidad que se sostendrá hasta nuevo aviso, donde proseguirá el alegato de la defensa de los genocidas.
Asimismo, el Tribunal dio a conocer las siguientes fechas que serán: 14, 21 y 28 de agosto.
Las audiencias se pueden observar en el canal de YouTube del Poder Judicial, de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, y también en el micrositio de la Megacausa Zona 5 en El Ágora Digital.
