Megacausa Zona 5: Alegó la defensa de Stel entre pedidos de impunidad y de místicos perdones

En el marco de la Megacausa Zona 5, se escucharon los alegatos de las defensas de los imputados Jorge Horacio Rojas y Enrique Stel, este último defendido por la hija de un genocida condenado por crímenes de Lesa Humanidad.

Se llevó adelante, el pasado lunes 2 de junio, la centésima trigésima cuarta audiencia en el marco de la Megacausa Zona 5, que juzga delitos aberrantes de Lesa Humanidad, la cual se realizó nuevamente de manera enteramente telemática.

En esta ocasión, fue el turno en primer lugar de la defensa del acusado Jorge Horacio Rojas, llevada adelante por el abogado Carlos Meira, y luego de una breve exposición, comenzó a alegar la defensa del imputado Enrique Stel, quien además de autodefenderse, colabora con la misma la abogada hija de genocida, María Laura Olea.

Sanmartiniano y represor

Rojas, quien es el único imputado que defiende Meira en este juicio, ya posee una condena previa en la causa “González Chipont”, donde el genocida fue sentenciado por cometer delitos de Lesa Humanidad.

Al momento de ser detenido, Rojas, además de estar retirado del Ejército, cumplía con el cargo de vicepresidente de la Asociación Cultural Sanmartiniana de Bahía Blanca.

En la época de los hechos, Jorge Horacio Rojas revistaba como jefe de sección en el Destacamento de Exploración de Caballería de Montaña con asiento en la ciudad de Esquel. En junio de 1976, fue trasladado a Bahía Blanca para desempeñarse con el grado de Subteniente de Caballería, en el Comando V Cuerpo de Ejército, donde continuó hasta enero de 1977, fecha en que pasó a la Escuela de Suboficiales de Campo de Mayo.

Como la mayoría de los acusados del Ejército, juzgados en la jurisdicción de Bahía BlancaRojas durante el año 1975 cumplió una comisión en la Provincia de Tucumán bajo las órdenes del General Vilas en el marco del “Operativo Independencia”cuna del Terrorismo de Estado.

Durante el transcurso de esta Megacausa, como también durante el del juicio “González Chipont” donde fue condenado, la Fiscalía probó su participación activa en operativos de secuestro realizados por la “Agrupación Tropas”.

Qué era la “Agrupación Tropas”

La “Agrupación Tropas”, también conocida como “Equipo antiguerrillero”, o “Equipo de combate o de lucha contra la subversión”, estaba conformada por un grupo de oficiales y suboficiales con una destacada participación operativa en la ejecución del plan sistemático de exterminio, luego de que el servicio de inteligencia ya había realizado la “selección de blancos” o marcación de personas que, a su criterio, eran merecedoras de ser exterminadas, no sin antes ser torturadas salvajemente para extraerles nuevos nombres de personas a ser secuestradas y así alimentar el círculo criminal genocida.

Orgánicamente, la agrupación dependía del Departamento III “Operaciones” del Comando V Cuerpo de Ejército, y su principal jefe fue el Mayor Emilio Jorge Ibarra.

La parte acusatoria, Fiscalía y Querellas, pidieron para Rojas en esta que será su segunda condena, la pena de 18 años de prisión como coautor de delitos de lesa humanidad contra una víctima mujer en esta Megacausa.

El “currículum” de la defensa

Como reseñamos desde que comenzaron los alegatos de las defensas de los genocidas, cada abogado defensor tiene su propio “currículum”, donde en mayor o menor medida se hayan vinculados a las violaciones a los Derechos Humanos en general.

El caso de Carlos Meira no es la excepción, ya que fue parte de las Fuerzas Armadas durante el Terrorismo de Estado.

Meira comenzó su carrera a mediados de los 60, y entre fines de 1975 y fines de 1979, revistó en el Grupo de Artillería 141 en el departamento de Santa María, Córdoba. Estuvo en la fuerza hasta 1982, cuando se retiró del Ejército con el grado de capitán.

Al retirarse, Meira comenzó la carrera de Abogacía. Ejerció durante toda la época de impunidad que habilitaron las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, y al caer dichas leyes y abrirse la actual etapa de juicios de lesa humanidad, se puso como propósito defender a sus camaradas enjuiciados por sus aportes al genocidio.

Entre junio de 2020 y febrero de 2021Meira se autodefendió cuando fue uno de los 18 acusados en el juicio de lesa humanidad que se desarrolló en Córdoba, en la causa denominada “Diedrichs-Herrera”.

Meira fue acusado de secuestros y torturas, aunque fue absuelto en ese proceso. Fue su primer y, hasta el momento, único proceso judicial como acusado.

Carlos Meira

“Seamos impunes, que lo demás no importa nada”

Al finalizar Meira, tomó la palabra para empezar con su alegato la defensora María Laura Olea y el imputado Enrique Stel, quien ejerce su autodefensa.

Olea realizó su segunda defensa dentro de la Megacausa, ya que la primera fue con el imputado Mario Torres por el mes de febrero de este año.

La abogada Olea, cuyo padre era Enrique Braulio Olea, ex jefe del Batallón de Ingenieros donde funcionó el ex CCD “La Escuelita”, en Neuquén, y quien fuera condenado por crímenes de Lesa Humanidad, increíblemente comenzó haciendo un racconto de crímenes aberrantes en todo el mundo que no tuvieron juzgamiento a sus responsables. Claramente, ése es el ejemplo que los genocidas y sus defensores pretenden que se siga en nuestro país: la impunidad.

En síntesis, la defensora Olea, hija de un genocida condenado y ferviente militante de la libertad de los pocos genocidas que aún quedan en la cárcel, le pide a la justicia argentina que no defienda los derechos humanos de todas las personas y del pueblo, y siga los ejemplos de impunidad para los genocidas que citó previamente.

Es justamente por todo lo contrario que Argentina es ejemplo mundial en materia de juzgamiento de genocidas, por juzgar los crímenes de Estado de Lesa Humanidad, con sus propios Tribunales y sus propias leyes.

Además, no solo Argentina es ejemplo mundial en juzgamiento, sino que ha cooperado con otros países y organizaciones en la investigación y juzgamiento de crímenes de lesa humanidad, con el reconocimiento de organismos internacionales como la ONU, la CIDH, entre otros.

Ni perdón, ni reconciliación, Justicia

Cerca del final de su alegato, la defensora Olea expresó: “Si no los logro convencer de todo lo que estoy diciendo, yo creo que lo que dijo San Juan Pablo II los puede convencer”, dijo, y acudió a un texto donde se alude al concepto desde la perspectiva religiosa del “perdón”.

El texto habla del perdón “entre hermanos”, de la reconciliación y de la grandeza espiritual de quien lo ejerce. Algo entendible para pregonar en misa, o en ámbitos religiosos, no en un Tribunal.

Queda claro que, si alguien pide ser perdonado, es porque se sabe culpable y responsable de los delitos ventilados, pero que dicha acción está totalmente fuera de lugar, al ser solicitada en un ámbito en donde las víctimas, de esos victimarios que hoy pregonan el perdón, esperan Justicia, más allá de toda creencia religiosa individual.

En los juzgados: Justicia; En las Iglesias: lo que cada uno crea.

El cierre de la jornada estuvo con una exposición de unos 40 minutos del imputado que ejerce su autodefensa, Enrique Stel, y la próxima audiencia continuará, según avisó, la abogada Olea, quien advirtió que probablemente no le alcance con solamente la audiencia siguiente y requiera de más tiempo.

Posteriormente, cerrará esta etapa de alegatos la defensa oficial que comparten los abogados Marcelo Rodríguez y Cintia Bonavento.

Enrique Stel

 

Centésima trigésima cuarta audiencia de la Megacausa Zona 5 (2 de juniode 2025)

¿Cuándo continúan las audiencias?

La próxima audiencia se realizará el día jueves 12 de junio, desde las 9:30 o 10 horas aproximadamente, de manera exclusivamente virtual, modalidad que se sostendrá hasta nuevo aviso, donde proseguirá el alegato de la defensa de los genocidas.

Las audiencias se pueden observar en el canal de YouTube del Poder Judicial, de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, y también en el micrositio de la Megacausa Zona 5 en el Ágora Digital.

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