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jueves, marzo 28, 2024

CFK cuestionó duramente el intento de Rívolo y Capuchetti de cerrar la investigación por el atentado: "Me quieren presa o muerta"

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner cuestionó a la jueza María Capuchetti y al fiscal Carlos Rívolo luego de que éste último pidiera dar por concluida la investigación en torno al atentado del 1 de septiembre pasado e impulsara la elevación a juicio oral, pedido que CFK consideró como "un nuevo acto de consagración de la impunidad".

"Desde el primer día hasta hoy, las autoridades judiciales han puesto una traba tras otra para impedir que salga a la luz la verdad de lo ocurrido el 1 de septiembre de 2022" (el día en que intentaron matarla), expresó la vicepresidenta a través de una carta titulada "A 40 años de Democracia. El Partido Judicial y la consagración de la impunidad".

Los tres acusados por el atentado contra CFK de izquierda a derecha: Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Gabriel Carizo.

De esta manera, la exmandataria rechazó y criticó la decisión del fiscal Carlos Rivolo, quien le solicitó este lunes a la jueza María Eugenia Capuchetti la elevación a juicio de los tres únicos acusados y detenidos del caso: Brenda Uliarte, Fernando Sabag Montiel y Gabriel Nicolás Carrizo.

María Eugenia Capuchetti y Carlos Rívolo, jueza y fiscal a cargo de la investigación por el atentado contra Cristina Fernández de Kirchner elagora.digital

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Dejando afuera del cerco acusatorio a las personas señaladas como posibles instigadores, partícipes y financistas, varios de ellos vinculados a Juntos por el Cambio, como la familia Caputo y el diputado PRO Gerardo Millman.

El pedido del fiscal abona la teoría de que quienes quisieron matar a CFK fueron "tres loquitos sueltos", tal como lo esbozaron algunos comentaristas y hasta dirigentes de la oposición, comenzando por el expresidente Mauricio Macri.

Según el escrito de 197 carillas, Rivolo entendió que la conducta de los tres acusados fue "premeditada" e idearon "un plan para llevar a cabo el asesinato de la Vicepresidenta de la Nación".

"Lo dije una y mil veces: ni Capuchetti ni Rivolo quisieron investigar el intento de asesinato y ahora pretenden cerrar la investigación con una celeridad que nunca demostraron en ninguna causa", sostuvo la vicepresidenta.

Respecto a los motivos que brindó el fiscal en su solicitud, Fernández de Kirchner objetó que:

"Omite por completo valorar todo lo relacionado con las líneas de investigación que apuntan a personas que van más allá de Uliarte, Sabag Montiel y Carrizo".

Gerardo Milman junto a Carolina Gómez Mónaco e Ivana Bohdziewicz, foto publicada en elagora.digital
Gerardo Milman junto a Carolina Gómez Mónaco e Ivana Bohdziewicz.

En concreto, la vice apunta contra la precandidata presidencial del PRO Patricia Bullrich y su ex mano derecha Gerardo Milman y recuerda la declaración de una ex asesora del diputado que declaró que él junto a un perito le borraron el contenido del celular en las oficinas de Bullrich:

"Rívolo menciona las pruebas producidas en relación con la línea Millman, pero no dedica ni una sola palabra a sopesar su importancia para la causa. Ni siquiera menciona la reciente declaración de Ivana Bohdziewicz, ex asesora de Millman, en la que contó cómo la llevaron a borrar su celular a las oficinas de Patricia Bullrich , en Av. De Mayo".

Además, la dos veces presidenta volvió a poner el foco en la arbitraria separación de las causas que investigan al atentado -por un lado- y al accionar del violento grupo de odio Revolución Federal -por el otro-.

"Como he dicho, no hay práctica más clara para buscar la impunidad de causas complejas, que partirlas en pedacitos", enfatizó y advirtió que, con esta decisión, el resto de las pruebas "no se investigan nunca más".

"Toda la investigación se caracterizó por evitar conocer la verdad. Está plagada de testigos que borraron sus teléfonos, prueba que se destruyó sin investigar sus causas y motivaciones, y un intento evidente y desesperado por evitar hallar la posible participación de terceros, financistas e instigadores", acusó CFK.

Sobre este punto, Cristina resaltó el financiamiento del grupo Caputo -vinculado al ex ministro macrista Luis "Toto" Caputo y al "amigo del alma" de Macri, Nicolás "Nicky" Caputo- a la organización de extrema derecha liderada por Jonathan Morel:

"Todo ello, sin perjuicio de que en otra investigación inexplicablemente separada a la del atentado, hay pagos injustificados de la familia Caputo y posible lavado de dinero en torno a personajes relacionados con el atentado, junto a innumerables indicios pendientes de investigación que muestran un vínculo entre agrupaciones pseudo políticas violentas y los perpetradores del ataque".

"Como he dicho, para CFK no hay ni habrá justicia, ni como acusada ni como víctima. Me quieren presa o muerta", concluyó la líder peronista.

Las imputaciones del fiscal y la definición de la jueza

A Sabag Montiel se le imputó “haber intentado matar, de manera premeditada”, a Cristina Kirchner, “contando para ello con la planificación y acuerdo previo de Brenda Elizabeth Uliarte y Gabriel Nicolás Carrizo”, con una pistola marca Bersa Modelo Lusber 84 y cuyo origen no logró determinarse.

El texto elaborado por Rívolo detalla el paso a paso de cómo fue el atentado frente a la casa de la calle Uruguay, en el barrio porteño de Recoleta. Narra cómo actuaron los tres imputados, sus movimientos e intenciones.

Se los imputó los delitos de “homicidio doblemente calificado por alevosía y premeditación”. A Sabag Montiel como autor se le agrega la tenencia de un arma de fuego, Uliarte es partícipe necesaria y coautora, y Carrizo partícipe secundario.

La base probatoria fueron los videos de cámaras televisivas, celulares y de seguridad en la zona, así como también testimonios de decenas de testigos, policías, informes y peritajes, y reportes telefónicos donde constan los mensajes cruzados entre los imputados.

Ahora, la jueza correrá vista a las partes, defensas y querella para que opinen y luego definirá si la causa pasa a instancias de juicio oral para juzgar a los tres detenidos. No obstante, un tramo de la causa podría seguir bajo investigación si faltan medidas de prueba por delante.

Respecto del financiamiento, la fiscalía consideró que “no se ha podido corroborar, tanto que el ataque investigado haya requerido de una financiación específica”. Tampoco “que los imputados hubieren recibido financiación externa o pago alguno para llevarlo adelante”.

Lo que para Rívolo resulta “objetivo e incontrastable” (sic) fue “que la logística y la materialidad del acto en sí, no requirió de una gran inversión de dinero u otros recursos”.

“En cuanto a una posible financiación o pago directo a los imputados, la prueba incorporada también permite, por el momento, descartarlos. Al menos así surge de la profusa investigación patrimonial realizada por la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac)”, dice el escrito.

A continuación, la carta completa de CFK:

A 40 años de Democracia. El Partido Judicial y la consagración de la impunidad

En un nuevo acto de consagración de la impunidad, el fiscal Rívolo dio por cerrada la investigación del intento de asesinato que sufrí el 1 de septiembre del año pasado y pidió la elevación a juicio de la causa únicamente respecto de Brenda Uliarte, Fernando Sabag Montiel y Gabriel Nicolás Carrizo.

En su dictamen, el fiscal omite por completo valorar todo lo relacionado con las líneas de investigación que apuntan a personas que van más allá de Uliarte, Sabag Montiel y Carrizo.

Como he dicho, no hay práctica más clara para buscar la impunidad de causas complejas, que partirlas en pedacitos. Lo que queda no se investiga nunca más. Y Comodoro Py tiene un penoso historial en ese sentido.

Lo dije una y mil veces: ni Capuchetti ni Rívolo quisieron investigar el intento de asesinato y ahora pretenden cerrar la investigación con una celeridad que nunca demostraron en ninguna causa.

Rívolo menciona las pruebas producidas en relación con la línea Millman, pero no dedica ni una sola palabra a sopesar su importancia para la causa. Ni siquiera menciona la reciente declaración de Ivana Bohdziewicz, ex asesora de Millman, en la que contó cómo la llevaron a borrar su celular a las oficinas de Patricia Bullrich , en Av. De Mayo.

Curiosamente, este hecho es el único “olvido” de Rívolo al repasar los testimonios brindados en la causa. Como es de público conocimiento, todas las pruebas producidas en relación con la participación de Millman han resultado incriminatorias.

Toda la investigación se caracterizó por evitar conocer la verdad. Está plagada de testigos que borraron sus teléfonos, prueba que se destruyó sin investigar sus causas y motivaciones, y un intento evidente y desesperado por evitar hallar la posible participación de terceros, financistas e instigadores.

Todo ello, sin perjuicio de que en otra investigación inexplicablemente separada a la del atentado, hay pagos injustificados de la familia Caputo y posible lavado de dinero en torno a personajes relacionados con el atentado, junto a innumerables indicios pendientes de investigación que muestran un vínculo entre agrupaciones pseudo políticas violentas y los perpetradores del ataque.

Respecto del imputado Carrizo, quien tiene mensajes tales como “ahora vamos a matar al jefe de la Cámpora” y hace constantes alusiones a un alto nivel de organización del atentado, Rívolo considera que su única intervención fue otorgar un arma que no se usó.

Además, el fiscal no se expresa en lo más mínimo respecto al borrado del celular de Sabag Montiel, cuyo contenido se perdió el día del intento de asesinato con una intervención, cuanto menos, negligente de la jueza.

Esto se vincula con que Rívolo no se expresa respecto de las medidas de prueba pendientes de producción, que hacen inadmisible elevar la causa a juicio.

Todo esto, entre otras decenas de pruebas que la querella que ejerzo detalló y requirió incesantemente, y particularmente al oponerme a la elevación a juicio. No se entiende cómo ni por qué Rívolo pretende clausurar una causa en pleno trámite, en la que, necesariamente, la responsabilidad de los autores materiales está atada a la de cualquier persona que haya colaborado desde “atrás”.

Desde el primer día hasta hoy, las autoridades judiciales han puesto una traba tras otra para impedir que salga a la luz la verdad de lo ocurrido el 1 de septiembre de 2022.

Como he dicho, para CFK no hay ni habrá justicia, ni como acusada ni como víctima. Me quieren presa o muerta.

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