El juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, declaró en rebeldía al fiscal Carlos Stornelli el 27 de marzo pasado. Casi como despertándose de una gran siesta, este jueves, el Procurador General interino, Eduardo Casal, decidió cursarle un apercibimiento por faltar en siete ocasiones a prestar declaración indagatoria.
Carlos Stornelli es el titular de la Fiscalía General Nº4 y se encuentra procesado desde diciembre del año pasado. Hoy por hoy, la decisión de Casal cae en saco roto en tanto no tiene ningún efecto jurídico real.
En su dictamen, Casal estableció que "La actitud asumida por el doctor Stornelli al no comparecer ante los estrados del Juzgado Federal de Dolores, generó un retardo en el avance del trámite de la Causa FMP 88/19, con perjuicio para la buena administración de justicia” algo que consideró “adecuado imponerle la sanción de apercibimiento”. Poco más que un tirón de orejas.
Es que según el reglamento disciplinario para los magistrados es una "advertencia conminatoria" por la que “la sanción que se impondrá al magistrado si incurre nuevamente en una infracción disciplinaria”. ¿Cómo podría volver a hacerlo si está ya procesado? A nadie escapa que Casal protegió a Stornelli al punto de exponerse él mismo y sus horas como funcionario parecen estar contadas.