María Eugenia Vidal recorrió un barrio periférico de bajos recursos de Mar del Plata y evitó que trasciendan fotos. “Lo hace por la gente” es la explicación que dieron desde su entorno. Por la noche se reunió con el intendente Guillermo Montenegro, supuestamente en calidad de “amigos” y no por temas políticos.
Lo cierto es que su viaje sirvió para organizar el retiro espiritual que tomará el 27 y 28 de febrero en San Nicolás juntos a diputados y senadores provinciales de su partido. Vidal necesita mantener a la tropa unida para seguir en carrera.
Luego de la aprobación del Presupuesto Nacional 2020, será el turno de la Provincia vote el propio. La exgobernadora quiere repetir lo ocurrido con la Ley Impositiva 2020, cuando los senadores de Juntos por el Cambio destrozaron la norma transformándola en algo así como una Ley Clarín.
La reunión se dará en un momento en que las contradicciones internas del bloque se agudizan, con varias fugas en Diputados, y el intento del Frente de Todos de partir la unidad cambiemita en la Cámara Alta. Si esto sucede, Vidal quedaría sin grandes chances en 2021.
Del retiro también participarían el ex Jefe de Gabinete de María Eugenia Vidal, Federico Salvai; el ex ministro de Economía, primero provincial y luego nacional, Hernán Lacunza; el jefe de diputados nacionales del PRO, Cristian Ritondo, y el ex ministro de Justicia provincial, Gustavo Ferrari.
Ante todos ellos, Vidal dará una emotiva charla sobre “grupos y liderazgos”, repasando las anécdotas de la conformación de Cambiemos e intentando volver a las fuentes, para repetir los triunfos electorales de 2015 y 2017.
La interna por los cargos de la oposición
Por otra parte, uno de los puntos que mayores rispideces genera hacia dentro de la alianza opositora es qué cargos se van a pedir al oficialismo y a quiénes les corresponderán.
Las y los legisladores de Juntos por el Cambio tienen en mente utilizar la debilidad del oficialismo en la Cámara Alta a la hora de votar el presupuesto para obtener una tajada propia.
Cabe recordar que desde Cambiemos intentaron imponer esta discusión durante la aprobación de la Ley de Emergencia provincial pero desde el Poder Ejecutivo lograron patear la discusión.
En la Gobernación sostienen que no hay obligación de ceder cargos a la oposición, algo que es técnicamente verdadero. Más bien se trata de una tradición que el gobierno otorgue algunos cargos a la oposición y se explica por la necesidad de alcanzar acuerdos en el Senado.
Hoy por hoy, la situación para el Frente de Todos es compleja en la Cámara Alta, donde Cambiemos tiene 26 bancas de un total de 46 escaños.
Los cargos en disputa
Los cargos más disputados son los 4 asientos libres que quedan en el Banco Provincia y que Cambiemos reclama casi invocando un derecho feudal. Se trata de lugares de importancia, que implican recursos, cargos subordinados e influencia a la hora de que el BAPRO entregue créditos.
Además requieren acuerdo en el Senado, por lo que Juntos por el Cambio pretende quedarse con al menos 3 de los lugares.
Luego, otro lugar en disputa es la Defensoría del Pueblo, donde Guido Lorenzino aún tiene dos años en el cargo. No obstante, podría dejarlo anticipadamente en el marco de un acuerdo entre oficialismo y oposición.