Los medios masivos de comunicación son empresas y tienen sus propios intereses económicos cuando no políticos. No obstante, en muchas ocasiones se cruza la línea entre el periodismo y las operaciones mediáticas a cielo abierto. En este caso, Clarín publicó en tapa que Beatriz Sarlo recibió la oferta para ser parte de la “vacunación VIP”, aunque ya Axel Kicillof había desmentido la falsedad y la misma Sarlo había reconocido su presunto error.
Se trata de los dichos de Sarlo acerca de haber recibido la propuesta para vacunarse “por debajo de la mesa”, es decir de manera irregular o VIP. No obstante, en su presentación ante el poder judicial en el marco de la causa que investiga estos hechos, la misma Sarlo reconoció que la oferta era dentro del marco de un programa de vacunación oficial.
El mismo Kicillof cruzó a Sarlo por su tergiversación sobre la oferta y señaló que intentó “embarrar” adrede. Sarlo tuvo que reconocer que “fue un error” la forma en que se expresó y le dio la razón al gobernador.
Pese a toda esta montaña de evidencia, Clarín priorizó la operación política que ya estaba caduca en vez de publicar una información certera y comprobada.