En las elecciones legislativas de este año, la oposición de Juntos por el Cambio pone en juego su control sobre la Cámara de Senadores de la Provincia de Buenos Aires. En esta cámara el macrismo es mayoría (26 de las 46 bancas) y representa el mayor obstáculo de gobernabilidad para Kicillof. Las principales contiendas electorales se libran en la Primera, la Cuarta, la Quinta y la Séptima secciones electorales. Más de seis millones y medio de electores, repartidos en 78 distritos, elegirán a 23 senadores.
La Primera Sección
Con 4.621.932 electores habilitados para votar y ocho senadurías en juego, la que se disputará en esta sección será una elección clave. Juntos por el Cambio tiene cinco bancas y aspira a mantener ese poderío. “Depende de que sepamos manejar nuestras mezquindades”, dijo un dirigente radical alineado al intendente de San Isidro, Gustavo Posse, ante la consulta sobre el armado de la lista de postulantes. Más: “Hoy no estamos bien, pero debemos llegar a un acuerdo si queremos sostener lo que hemos logrado”, afirma.
Alude al acuerdo al que tendrán que arribar todos los actores de la alianza. Entre ellos: el Grupo Dorrego, encarnado en Jorge Macri y Diego Valenzuela, y por el lado del vidalismo: La Territorial -con Alex Campbell a la cabeza, caído en desgracia tras enfermar de covid-19 y mandar al resto de los dirigentes de la agrupación y al expresidente Mauricio Macri a una cuarentena, después de una reunión presencial sin barbijo y sin guardar distanciamiento– y las dos expresiones del radicalismo: la del triunfador Maximiliano Abad y la del derrotado Gustavo Posse.
El FdT no tiene margen. Debe, al menos, recortar la diferencia. Marta Pérez, Gustavo Soos y Luis Vivona se sientan hoy en la Cámara que conduce Verónica Magario por ese distrito que amontona 24 partidos. Lidiarán en la disputa los intendentes (a quienes responden la legisladora y los legisladores), el massismo y La Cámpora. Kicillof podría ser un cuarto jugador, con Federico Thea como emisario.
Cuarta Sección
Tiene 520.564 electores habilitados para votar y pone siete bancas en juego. Anclada en el corazón sojero bonaerense, esta sección contiene gran parte del voto duro macrista. En 2017, Cambiemos superó el 50% y se quedó con cinco de las siete bancas, pero el peronismo se entusiasma con dar vuelta la taba.
Tiene de aliciente la elección de 2019, cuando fue unido y quedó a menos de dos puntos de su adversario. Pablo Micheli reclama encabezar la lista. Según fuentes cercanas al Ejecutivo bonaerense, tiene ínfimas chances, aunque sí podría ser parte de la nómina.
La complejidad para JxC se explica repasando el reparto de poder. De los 19 partidos de la sección, JxC domina once. De esos once, el PRO tiene solo dos (Junín y 9 de Julio) y el radicalismo, seis.
El espacio de Monzó, que se arroga Bragado, General Villegas y Rivadavia, perdería en la negociación de la lista de postulantes. Ante la necesidad imperiosa de acuerdo interno, el intendente de Junín, Pablo Petrecca, haría de mediador para limar diferencias entre los actores radicales heridos tras la pelea por la conducción bonaerense del Partido.
Quinta Sección
Los 1.233.106 electores habilitados votarán para elegir cinco senadores. Juntos por el Cambio tiene tres bancas, va por la misma cantidad y tiene tres jugadores clave para intentarlo: el intendente marplatense Guillermo Montenegro (PRO), alineado al Grupo Dorrego; el jefe del bloque de JxC en la Cámara baja y flamante titular de la UCR bonaerense, Abad; y el intendente de Pinamar Martín Yeza.
El pinamarense siempre jugó casi en soledad. Es parte de Somos Equipo PRO, el armado que la semana próxima lanzará Patricia Bullrich y con el que intenta hacer pie en la madre de todas las batallas.
En 2017, Cambiemos le sacó diez puntos de diferencia al peronismo en su conjunto. En 2019, el FdT redujo la diferencia a la mitad. Sobre ese mapa trabaja la titular de la Anses, Fernanda Raverta, que hace menos de dos años perdió la intendencia por apenas algo más de tres puntos.
La Cámpora intentará retener el primer lugar de la lista, que en 2017 ocupó el actual jefe de bloque Gervasio Bozzano, sin chances de volver a competir. Algunos dirigentes del sur pretenden que la propia Raverta encabece la lista.
Séptima Sección
Es la sección más pequeña de las cuatro con apenas 271.795 electores habilitados para votar. Pero las tres bancas que pone en juego resultan neurálgicas para el gobernador Kicillof. Las tres senadurías están en manos de Juntos por el Cambio.
César Valicenti es el principal armador del kirchnerismo en la sección. El FdT corre de atrás y deberá alcanzar el 33,33% para evitar que el adversario directo se quede otra vez con todo.
Las partes -intendentes, La Cámpora y el massismo- negocian la lista con una certeza: más que nunca tiene que encabezar el que mejor mida en virtud de que, más allá de las expresiones de deseo, la dirigencia cree casi imposible quedarse con dos bancas. Un jefe comunal podría encabezar. Suenan Hernán Ralinqueo, Gustavo Cocconi y Juan Carlos Gasparini.
El armado randazzista en el que trabaja el diputado nacional Eduardo “Bali” Bucca suma un problema extra al oficialismo bonaerense, que representa la pecera en la que pesca fundamentalmente el exministro del Interior. Bucca, exjefe comunal de Bolívar, tiene en la zona su plataforma de sustentación política, pese a que su sucesor en el cargo, Marcos Pisano, se cuenta dentro del multiarmado del FdT.
En los intendentes macristas Ezequiel Galli (Olavarría) y Hernán Bertellys (Azul), Juntos por el Cambio tiene la llave a un triunfo. Gobierna las dos ciudades más grandes de la sección que, juntas, contienen el 56% de los electores. En 2019, ambos resistieron sobradamente el aluvión peronista: el azuleño ganó el distrito con el 57% de los votos y el olavarriense logró la reelección con el 50%.