El gobernador Axel Kicillof brindó una conferencia de prensa junto al ministro de Economía, Pablo López, en la que dio precisiones sobre la situación financiera de la Provincia de Buenos Aires.
Esta mañana, la Provincia pidió a los acreedores consensuar la postergación del vencimiento de capital por 250 millones de dólares del bono BP21, pasándolo del 26 de enero al 1º de mayo.
“El resultado que buscamos es el diferimiento de este pago formal hasta mayo”, indicó López y explicó que la propuesta de postergar el vencimiento se deriva del proceso de consulta iniciado el 7 de enero.
El gobernador busca llegar a un acuerdo con los acreedores sobre el conjunto de la deuda y para eso necesita que la negociación no se haga con el riesgo de un default inminente.
Por eso mismo, precisó que seguirá pagando los intereses de este bono, en sintonía con la estrategia de renegociación que lleva adelante la nación. Este 26 de enero, pagará 27 millones de dólares en concepto de interés.
“Existe voluntad, pero actualmente no hay capacidad de pago” explicitó Axel Kicillof.
En caso de que los acreedores no acepten la solicitud, la Provincia entraría en default formalmente el 10 de febrero. Esta situación complicaría gravementa la negociación de la deuda provincial, y posiblemente repercutiría del mismo modo a nivel nacional.
“Esperamos de los acreedores un accionar igual que el nuestro, de buena fe, para evitar una salida desordenada” agregó el gobernador.
Además, Kicillof precisó que el bono en cuestión fue emitido en 2011 durante la gobernación de Daniel Scioli, pero que el pago se hizo imposible dado que durante su gestión, Vidal triplicó los vencimientos heredados, los dolarizó y concentró entre 2020 y 2023.
“Lo que vuelve insostenible la deuda el fuerte endeudamiento del gobierno anterior” manifestó el gobernador y señaló que su gestión deberá afrontar 8.800 millones de dólares de deuda y que “solo este año” vencen casi 3.000 millones de dólares.
Por el contrario, Vidal asumió con sólo 4.500 de dólares de vencimientos.