Toda la estructura provincial de la UCR y los intendentes bonaerenses del PRO buscan revertir la decisión de Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta de enfrentar a Néstor Grindetti y Diego Santilli por la gobernación. Buscan que se emule el acuerdo en CABA para evitar el desangre territorial.
Definido que Grindetti y Santilli -por el bullrichismo y el larretismo respectivamente- se enfrentarán en las PASO de Juntos por la candidatura a gobernador, varios intendentes del PRO y del radicalismo, siguen buscando revertir esa foto y lograr la unidad en la provincia.
Dicha disputa implica que habrá dos listas en las ocho secciones electorales que se divide la provincia para integrar su Legislatura, lo que licúa la fuerza del armado electoral de los jefes comunales.
De avanzar el esquema de la V (disputa de dos en todos los cuerpos menos en lo local), la interna también tendría lugar en los tramos de la Legislatura bonaerense (donde cada Sección Electoral elige a sus diputados y senadores).
Esa disyuntiva ya materializó algunos pases al bullrichismo de jefes comunales que se venían mostrando alineados a Larreta.
Así sucedió la semana pasada con el bahiense Héctor Gay, uno de los primeros “larretistas” que ahora se sumaron a “La fuerza del cambio”, y su vecino Mariano Uset, de Coronel Rosales, quien también dejó un mensaje que grafica el detonante del reposicionamiento de la cúpula PRO en la Sexta sección:
“Me gustaría que vayamos con candidato único, que surja de un consenso en el territorio, porque a veces en la mesa de la rosca siempre terminan quedando muchas cosas por resolver”.
En tanto, el radicalismo, completamente envuelto en la interna del PRO, también está preocupado por el “Plan V”. La UCR descarta de plano armar una boleta íntegramente radical para competir con el partido amarillo, y la división de la V forzaría al partido centenario a desperdigarse en las dos boletas, perdiendo así su fuerza territorial.
En ese sector, también admiten que, con candidato único en la provincia, el armado que conduce el partido se posiciona con mejores chances de colocar al vice.
En algunos distritos donde gobierna el PRO y el radicalismo no cuenta con una figura competitiva para disputar la intendencia, los dirigentes distritales mastican bronca por este panorama de dos listas amarillas, ya que, sin unidad, se complejiza ubicar referencias radicales en lugares expectantes de ingreso a los Concejos Deliberantes. Una fuerte merma de representatividad en los recintos legislativos municipales es un factor que preocupa en varios comités que ven amenazada su territorialidad.
Tanto amarillos como radicales bonaerenses exigen a los dos precandidatos presidenciales que dejen sus aspiraciones personales de lado y se unifique la candidatura a gobernador, eliminando así la competencia entre Santilli y Grindetti. Para ello, buscan que se emule el acuerdo al que llegaron en la Ciudad de Buenos Aires para que el PRO sólo presente un único candidato para disputar contra Martín Lousteau.
El problema es que dicho acuerdo se cerró a condición -justamente- de que se habilite la competencia provincial, por lo que es poco probable que Bullrich y Larreta cedan al pedido de los bonaerenses.
Los relegados
Mientras tanto, dos de los ex-precandidatos a gobernadores Cristian Ritondo y Joaquín de la Torre siguen masticando bronca tras haber sido descartados por Bullrich cuando ungió a Grindetti como su alfil.
El diputado baraja de nuevo sus para nada despreciables cartas, que cuentan con mil locales en toda la provincia armados en menos de un año. Herido, Ritondo quiere hacer valer su armado territorial, que incluye delfines propios en decenas de municipios.
Tan hondo caló la orfandad política en el vidalismo y ritondismo, que se bajó la orden de no hablar del tema y recién 24 horas después del anuncio dejaron correr las primeras versiones. Ritondo tenía planeado lanzar este martes su candidatura, incluso había ya reservado el lugar y enviado las más de mil invitaciones a dirigentes provinciales. Todo se canceló.
Ahora, el ex ministro vidalista coquetea a dos puntas tanto con el larretismo como con el bullrichismo, aprovechándose de su amistad personal tanto con Santilli como con Grindetti. El candidato del macrismo “duro” lo quiere como presidente de la Cámara de Diputados, pero Ritondo rechaza la oferta porque sospecha que habrá lista de unidad legislativa, con lo que el PRO no tendrá todo el trazo de la lapicera para asegurar su primer lugar.
En tanto, De la Torre definió que seguirá jugando en el bando de los “duros” y acompañará a Grindetti contra Santlli. El senador bonaerense incluso redobló la apuesta y apuntó con dureza contra Larreta:
“Que Larreta se baje y se deje de joder, si queremos ganar tenemos que ir todos detrás de Patricia Bullrich como candidata a presidenta”, lanzó De la Torre en un plenario interno en San Miguel.
Continuando con esa lógica, el ex-precandidato disparó munición pesada contra Santilli, afirmando que no piensa aceptar a un porteño como gobernador.
“Hace 3 años venimos diciendo que el próximo Gobernador tiene que ser intendente y bonaerense. Por eso apoyamos la candidatura de Néstor Grindetti. No vamos a retroceder ni un centímetro de esa decisión. No vamos a aceptar a un porteño nunca más“, dijo en obvia referencia a Santilli.