Mientras que el resto del país ingresó en la fase 4 de la cuarentena por el coronavirus, el Área Metropolitana de Buenos Aires se mantuvo en la tercera fase. No obstante, se nota una marcada diferencia entre la implementación de las habilitaciones en la Ciudad Aútonoma y los distritos del conurbano bonaerense, pertenecientes a Provincia.
Las nuevas flexibilizaciones que Horacio Rodríguez Larreta habilitó encendieron las alarmas en los intendentes del conurbano bonaerense y en la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires, ya que significan un grave riesgo de propagación del coronavirus.
Un rebrote de contagios en la Ciudad rápidamente traspasaría a los distritos de la Provincia, en tanto muchos bonaerenses trabajan en la Capital Federal y pasan allí varias horas del día.
Además, los contagios sin freno en las villas porteñas son una muestra de la rapidez con la que se propaga la pandemia en grandes conglomerados urbanos como los que proliferan en el conurbano profundo y no tan profundo.
Es por esto mismo que se siente un gran malestar entre los intendentes de las primera y tercera sección de la Provincia de Buenos Aires, y ya comenzaron a presionar a Larreta para que de marcha atrás.
Su vocero fue Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría, que manifestó: “Creo que la Ciudad de Buenos Aires debería reorientar, reformular y rectificar rápidamente las medidas que ha tomado; no puede seguir con los comercios abiertos y con esta circulación de gente”.
“Con el tema recreativo de los niños: yo también soy padre, pero lo digo desde la responsabilidad institucional que tengo, porque en este momento tengo cinco menores con coronavirus. Con este cuadro en mi distrito, cuando escucho la desesperación de una madre con un bebé de cinco meses con Covid positivo, puedo recomendar a todos los padres que no saquen a sus hijos ni a la vereda. Hemos hecho una cuarentena muy estricta y la sostenemos”.
En igual sentido se pronunció Nicolás Kreplak, viceministro de Salud de la Provincia, que reconoció “preocupación” por el tránsito de personas que supone la habilitación de nuevas actividades y por sobre todo de la actividad comercial en la Ciudad Autónoma. “No es momento de aumentar la circulación” manifestó y agregó:
“La decisión de la Ciudad de abrir los comercios nos preocupa, creemos que tiene que estar funcionando sólo lo esencial y los locales de cercanía (…) que la Ciudad de Buenos Aires habilite el comercio, que es el paradigma histórico de movimiento de gente, es preocupante porque aumenta el tránsito ya que la gente de la Provincia va a trabajar, a vender o comprar”.
“Sólo deberían funcionar los comercios esenciales, de barrio o de cercanía, como ocurre en el Gran Buenos Aires. El peor escenario epidemiológico es el traslado de la gente porque una persona que vive en un lugar donde no hay casos, va a Capital, se contagia y puede contagiar en su barrio”.
“Hay mucha preocupación en barrios vulnerables y en el Conurbano, el miedo es que con alguna flexibilización se descontrole todo porque volver atrás no es sencillo y nada garantiza que sea lo mismo” señaló
Por otra parte, Kreplak señaló que la provincia de Buenos Aires se encuentra en “vigilancia activa” y que no espera la aparición de casos positivos en barrios vulnerables sino que las autoridades sanitarias recorren “casa por casa, haciendo hisopados en casos sospechosos”.
“Hasta ahora encontramos un sólo caso positivo en los barrios de la provincia, no hay transmisión comunitaria del virus, pero hay que estar alertas y continuamos con esta tarea”.
Los números de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Con la flexibilización del aislamiento social en la Capital Federal se dio un importante aumento en los contagios de COVID-19. Este miércoles, la CABA registró un total de 2.618 casos, superando a Provincia que totaliza 2.411.
La disparada de los casos en la Ciudad Autónoma está traccionada por los contagios en barrios vulnerables, que rápidamente sumaron el 34% del total de los afectados.
El mismo ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, reconoció que analizan volver con la cuarentena estricta si los casos continuan en aumento.
“En el peor momento de la pandemia vamos a tener cerca de 800 a 1000 casos por día. La semana que viene tomaremos la decisión si seguir con la apertura o volver a medidas más estrictas” apuntó el funcionario porteño.