María Eugenia Vidal comenzó sus recorridas de campaña visitando el norte bonaerense y acusando que su principal contendiente Axel Kicillof no va a los pueblos. Sin embargo, la realidad da por la tierra con el discurso de la gobernadora.
Vidal se refirió en varios pasajes de su discurso a Axel Kicillof, quien la aventaja en la contienda por la gobernación bonaerense. “Cómo le vas a dar a los bonaerenses lo que necesitan, si nunca fuiste a su pueblos, solamente fuiste a las ciudades grandes seis meses antes”, disparó, intentando instalar que Kicillof no va a los pueblos.
Además argumentó que esta elección es “la más importante desde la vuelta de la democracia después de la de Alfonsín” algo que desde Cambiemos habían intentado instalar en 2015 y 2017. Según la gobernadora, no se trata de elegir “a un partido o a una persona”, sino de “seguir logrando cosas que parecían imposibles y de construir un futuro propio”. Además, la mandataria pronvincial pidió no volver al “pasado de abandono y falsas promesas”.
El relato de Vidal, reñido con la realidad
Con un discurso breve y directo, Vidal buscó arengar a los suyos para superar la inercia derrotista de las últimas encuestas. También intenta generar una fuerte polarización para evitar la fuga del voto amarillo de terceras fuerzas, que robándole apenas unos pocos puntos podrían obligarla a dejar la base militar donde vive para volver a su casa.
“¿Quiénes van a darles futuro a los bonaerenses? ¿Ellos, que estuvieron 28 años y dejaron esa provincia, o nosotros que la peleamos desde hace tres años y medio?”, se preguntó de forma retórica. La Gobernadora necesita motivar a los propios en una elección que parece que podría cortar la racha de triunfos de Cambiemos y del PRO.
“Todo este equipo que trabajó cuatro años es consciente de lo que falta. ¿Hicimos suficiente para los hospitales? No. ¿Reparamos todas las rutas? No. ¿Resolvimos todos los problemas que tienen las escuelas? No. Pero empezamos, y como empezamos sabemos cómo seguir”
Las recorridas de Axel Kicillof por el interior bonaerense
Los dichos de la gobernadora se dan de bruces, tanto con la realidad como con su estrategia electoral. En primer lugar, desde la gobernación tienen decidido recorrer sólo los 40 municipios más populosos de la provincia, ya que concentran un 80% o más del electorado. Cabe recordar que la provincia de Buenos Aires tiene 135 distritos, así que unos 95 quedarían “fuera del radar” para la gobernadora.
Por otra parte, Axel viene recorriendo el interior bonaerense y su pueblos desde el año el año pasado. Las recorridas tomaron intensidad este año sobre el fin del verano.
En enero estuvo en Mar del Plata y en febrero visitó Balcarce, Miramar, 9 de Julio, Bragado, y Chivilcoy. Desde entonces empezó a recorrer el interior como un huracán y tan sólo en marzo recorrió Ramallo, Arrecifes, Salto, 25 de Mayo, Saladillo, Tapalqué, General Alvear, General La Madrid, Laprida, Coronel Pringles, Las Flores, Rauch y Maipú.
Ya en abril estuvo en Carlos Tejedor, General Villegas, Los Toldos, Colón, Pergamino, Carmen de Areco y San Andrés de Giles. También en mayo recorrió la provincia visitando Daireux, Tres Lomas, Hipólito Yrigoyen, Bolívar, Roque Pérez, Ranchos (Gral Paz.), Pila, Dolores, Lezama y Chascomús.
En junio, el frío no pudo evitar que realice un intensa gira por 6 distritos del sudoeste bonaerense, recorriendo 2.000 kilometros en tres días para visitar Monte Hermoso, Bahía Blanca (la primer gran ciudad que visitó desde entonces), Punta Alta (Coronel Rosales), Tornquinst, Pedro Luro (Villarino) y Carmen de Pagatones. También en junio estuvo en Castelli, General Belgrano, General Arenales, Rojas, San Pedro, San Antonio Areco y Capitán Sarmiento.
Recién en julio, volvió a pisar grandes ciudades como Berazategui, Mar del Plata, Necochea o San Fernando.
El malhumor de la gobernadora por el inesperado “factor Kicillof”
Durante las primeras horas luego de que se formalizara la candidatura a gobernador de Axel Kicillof, la gobernadora María Eugenia Vidal eligió permanecer en silencio. Su intención era intentar demostrar que el hecho de tener que competir con Axel no la afectaba. Sin embargo, cuando comenzaron a llegar las encuestas con las candidaturas formalizadas, comenzó a evidenciar su malestar por la llegada que el diputado y economista tiene a sectores de clase media y de la juventud.
Por otra parte, los sondeos solicitados desde la misma gobernación exhibieron una tendencia preocupante para la gobernadora. A raíz de las intensas recorridas de Axel por el interior de la provincia, puso en jaque la estrategia del oficialismo provincial de compensar con los votos del interior el gran apoyo que el Frente de Todos tiene en el conurbano bonaerense. Donde más se exhibe la “conurbanización” del voto es en Mar del Plata y la quinta sección electoral, aunque hay una tendencia similar en Bahía Blanca y la sexta sección.
La respuesta de la gobernadora fue mandar a sus funcionarios y candidatos a twittear en contra de Axel, por ser quien mejor se perfila para ocupar el sillón de Dardo Rocha a partir de diciembre de este año. Mientras que Kicillof viene recorriendo la provincia en un autito Clio, recién ahora Vidal pudo superar la inercia inicial de replegarse en los medios para atacar a su contendiente.
Pero lo que más parece preocupar a la gobernadora es que antes las chicanas Axel parece no reaccionar ni pisar el palito. Ante la acusación de que si ganaba iba a “gobernar la Cámpora”, se limitó a responder objetivamente, caracterizando su gobierno y replicando que si gana Vidal, a gobernar Macri.
Vidal miente, y en su desesperación, se pone en ridículo e insulta la inteligencia de las y los bonaerenses.