El conurbano bonaerense es terreno de dos estrategias diametralmente opuestas en la interna de Juntos por el Cambio. Mientras Bullrich apuesta todo a su sola figura, Larreta lanza una estrategia segmentada, confiando en los candidatos del territorio y su postulante a la gobernación, Diego Santilli.
La provincia de Buenos Aires es la madre de todas las batallas en cada elección por el peso de sus habitantes. En territorio bonaerense habita el 37% del padrón nacional electoral, por lo que una buena performance en el distrito asegura un desempeño competitivo a cualquier candidato presidencial.
Y dentro de la PBA, el llamado Conurbano bonaerense, integrado por la Primera y Tercera sección electoral, conglomera al mayor número de votantes: con 43 distritos que entre todos suman cerca de 10 millones de habitantes, el Conurbano se alza como el territorio más importante en peso electoral de la provincia.
En tanto, el llamado “interior” de la provincia. mucho más extenso en territorio, representa realidades mucho más diversas pero con un menor peso electoral, al estar menos poblado que los territorios cercanos a la Capital Federal.
De cara a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta mantienen números muy similares a nivel federal. Por lo que ambos saben que la diferencia definitiva que consagrará al candidato de Juntos por el Cambio saldrá de PBA.
En ese marco, los dos precandidatos lanzaron estrategias de campaña diametralmente opuestas.
La ex ministra de Seguridad apuesta todo a su sola figura, considerando que la atención mediática que recibe y su perfil de liderazgo “duro” tracciona suficientes votos “de arriba hacia abajo” para garantizar la victoria de todos los postulantes que integran su boleta de “La Fuerza del Cambio”.
Por eso, por ejemplo, Bullrich acompaña en cada visita en la provincia de Buenos Aires a su precandidato a gobernador, el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, quien ostenta un importante aparato político en la Tercera Sección, al tiempo que confía en Joaquín De La Torre, que controla políticamente San Miguel y tiene incidencia en localidades de la Primera Sección.
Por el pacto político que selló con Maximiliano Abad —presidente de la UCR bonaerense— Bullrich entiende que sacará una diferencia en los municipios del interior bonaerense. Pero esto no compensa el peso electoral de las localidades de la Primera y Tercera Sección.
Por eso, la ex ministra de Seguridad destina el 60% de su campaña al conurbano, con el objetivo de lograr una buena performance en esos distritos, que equilibre la disputa general en territorio bonaerense.
En contraposición, Rodríguez Larreta apuesta a una estrategia segmentada y descentralizada, dándole protagonismo a su “equipo”.
Larreta se apoya en la figura de Diego Santilli, su precandidato a gobernador, de buena intención de voto en los municipios del Conurbano, regiones que, por la cercanía geográfica con la capital del país, le permite resaltar su gestión como alcalde porteño.
El larretismo estima que tiene una boleta “potable en todos los cuerpos”. El jefe de Gobierno se embandera detrás del lema “ampliar” la coalición. Es una idea que buscó reflejar en su cierre de listas: anexó al peronista Miguel Ángel Pichetto y al liberal José Luis Espert en la cabeza de la lista de diputados y senadores nacionales, respectivamente. Además, Santilli lleva de compañero de fórmula a Gustavo Posse, intendente radical de San Isidro y opositor interno a Abad en la UCR.
Con esa táctica, Larreta espera una tracción desde abajo.
A la par de la segmentación distrital, Larreta designó una suerte de “voceros” de campaña que hablarán de temas puntuales y, además, se turnarán a la hora de salir a responderle a la titular del PRO en uso de licencia, dependiendo la temática.
Durante el fin de semana, por caso, el vocero designado para responder al spot de Bullrich fue Pichetto. El precandidato a diputado acusó a la exministra de “populista de derecha” antes de calificar que el mensaje de la pieza publicitaria como “peligroso” por la evocación a la violencia.
Cuando las cuestiones para diferenciarse de Bullrich sean económicas, por ejemplo, por el equipo larretista responderá Espert. Y si la discusión es de orden institucional, Carrió será la elegida, entre otros ejemplos.
Larreta vs Bullrich
A la hora de disputar los discursos de campaña, será el propio Larreta quien polarice con Bullrich. Ejemplo de ello sucedió durante una recorrida del alcalde por San Fernando, donde le enrostró sus peleas con el oficialismo desde la gestión: “Yo me enfrenté de verdad con el kirchnerismo y lo hice gobernando, con decisiones”, aseguró.
En esa dirección contraatacó las acusaciones de “tibio” lanzadas por sus adversarios internos, al tiempo que tildó a Bullrich de “tribunera“:
“Andar desde la tribuna criticando al otro es fácil, yo en cambio me enfrenté al kirchnerismo cuando me quisieron cerrar las escuelas, me planté y las abrí”, agregó.
“Me peleé con el kirchnerismo para que nos dejen usar las pistolas Taser y, después de años paradas, empiezan a funcionar. Esas son las peleas que valen, las que le mejoran la vida a la gente: las que hacen que los chicos estén en las aulas y las que hacen que podamos mejorar la seguridad” completó.
Vice vs vice
Aunque no todos los enfrentamientos los protagonizan los precandidatos presidenciales. Este martes los respectivos compañeros de fórmula de Bullrich y Larreta mantuvieron un cruce público por redes sociales.
En una entrevista radial, el precandidato a vice de Larreta, el gobernador radical Gerardo Morales, señaló que “hay mucho militante de izquierda y kirchnerista” en Jujuy, por lo que recomendó evitar la provincia del norte como destino turístico. Ante esos dichos, su correligionario Luis Petri (compañero de fórmula de Bullrich) lo cruzó en Twitter y le reclamó “aplicar la ley y el orden“.
“La tibieza genera pobreza y caos“, disparó Petri, y completó:
“No se puede trasladar el costo de la falta de decisión política a los ciudadanos. Los piquetes tienen de rehenes a cientos de familias que soñaron sus vacaciones hace meses”.
“No podemos seguir dejando que unos pocos secuestren a la mayoría de los argentinos. No hay excusas cuando se trata de aplicar la ley y el orden. No se negocia con los secuestradores”, sumó.
Algunas horas después, Morales le respondió por la misma vía y lo chicaneó por su falta de experiencia en gestión:
“Como nunca te tocó gestionar o gobernar, no comprendés lo que se necesita para terminar con un Estado paralelo de más de 15 años de violencia y corrupción, con Milagro Sala y su mafia presa”, le enrostró, orgulloso de la persecución política a opositores y el irregular encarcelamiento de Sala.
“Lamento que intentes aprovecharte de esta situación. Lo entiendo porque somos rivales, pero debemos recordar que después del 13 de agosto vamos a tener que trabajar juntos por el país”, concluyó Morales.
Estimado @luispetri, lamento que intentes aprovecharte de esta situación. Lo entiendo porque somos rivales, pero debemos recordar que después del 13 de agosto vamos a tener que trabajar juntos por el país.
Como nunca te tocó gestionar o gobernar, no comprendés lo que se… https://t.co/upkAgsO4ci
— Gerardo Morales (@GerardoMorales) July 11, 2023