En Chacabuco, el Concejo Deliberante aprobó la iniciativa del intendente radical Víctor Aiola de crear un “Pasaporte Covid” para vacunados y recuperados del coronavirus. La medida, sin validez jurídica, fue apoyada por el bloque de concejales macristas y rechazada por el Frente de Todos.
En medio de la segunda ola de la pandemia, prácticamente la mitad de los distritos bonaerenses transitan la Fase 2, de alerta epidemiológica, por los casos registrados en cada municipio. Este es el caso de Chacabuco donde rigen las medidas de cuidado más estrictas, que incluyen el cierre de gimnasios cerrados y restricciones a los locales gastronómicos.
En las últimas horas, y por iniciativa del intendente radical Víctor Aiola, en el distrito rige el “Pasaporte Covid“, medida que fue aprobada por el Concejo Deliberante, con el acompañamiento del bloque Juntos por el Cambio y el rechazo del Frente de Todos.
“Como es de público conocimiento, la pandemia no solo nos golpea en lo sanitario, sino también en lo económico y social. La realidad demuestra que el sistema de fases que provincia baja a los municipios ha llegado a su culminación (sic), debido a que actualmente le cuesta mucho a la población adherir a esas normativas por diferentes cuestiones y es imposible hacer cumplir estas en su totalidad.
Por lo tanto, sabemos que, si continuamos haciendo lo mismo, vamos a obtener los mismos resultados. Debemos buscar nuevas alternativas que permitan trabajar a los diferentes sectores de manera segura, porque sabemos que las restricciones no pueden ser la única medida“, argumentó el jefe comunal cambiemita en el proyecto que fue remitido al HCD.
El “pasaporte Covid” se les otorgará a quienes tengan aplicadas dos dosis de vacunas o hayan tenido Covid-19 en los últimos tres meses.
“Está demostrado científicamente que en ambos grupos la posibilidad de reinfección, de contraer enfermedad grave y la mortalidad son extremedamente bajas“, sostiene Aiola. Quienes accedan a este “certificado” podrán acceder a los locales gastronómicos y a las actividades de los gimnasios.
En una sesión especial del Concejo Deliberante, Aiola contó con los votos necesarios por parte del oficialismo local para aprobar el proyecto. El presidente del bloque Juntos por el Cambio, Ignacio Orsini, defendió la iniciativa: “Se trata de una medida paliativa para todas aquellas actividades que actualmente están cerradas, concretamente los gastronómicos y gimnasios“.
La medida, no obstante, fue rechazada por el Frente de Todos: “Esta ordenanza no tiene ningún tipo de validez. No puede tenerlo sobre una ley nacional o provincial. Ya desde el principio no tiene peso o resguardo legal“, expresó el presidente del bloque opositor, Javier Estévez.
“Tiene muchas improvisaciones. Tenemos que trabajar para que los casos en Chacabuco bajen y así poder llegar a la Fase 3. No podemos trabajar en la ilegalidad“, sostuvo el referente de la oposición.
Martín Carnaghi, otro de los ediles del FdT, habló de “una situación de extorsión” por parte de Aiola:
“Nuestro espíritu siempre fue acompañar a los comercios en Fase 2 y también en Fase 3, por eso presentamos tiempo atrás un proyecto de financiamiento; es proyecto es malo y no sirve. No tiene validez jurídica“.
Pese a las críticas, la iniciativa ya tiene carácter de ordenanza por lo que los vecinos alcanzados por la propuesta ya están habilitados por el Municipio para acceder a los salones gastronómicos o a los gimnasios.
