El anuncio de la candidatura presidencial de Alberto Fernández, acompañado por Cristina Fernández de Kirchner como candidata a vicepresidenta, generó un reacomodamiento de las posiciones de cara al cierre de listas, tanto en el plano nacional como provincial.
Con la expectativa de que CFK fuera por la presidencia, los intendentes del Conurbano pedían que el candidato a gobernador fuera “uno de ellos”, intentando evitar un “copamiento” en las listas por parte de la senadora nacional de Unidad Ciudadana. Sin embargo, luego del anuncio de que no sería candidata a presidenta, los intendentes se dividieron entre dos potenciales fórmulas: Sergio Massa-Verónica Magario o Axel Kicillof-Verónica Magario.
La primera, posibilitada luego de la movida de Cristina, le cede el lugar protagónico como candidato a gobernador a Sergio Massa, dejándole la vicegobernación a Verónica Magario, intendenta de La Matanza. El argumento de este sector continuaba la idea de necesario que el candidato sea un intendente o exintendente bonaerense, mientras que el ex ministro de Economía es “demasiado porteño”. Aún así, en intención a voto Axel Kicillof supera altamente a cualquiera de los intendentes, especialmente en el interior, donde los intendentes no tienen tanta llegada.
Hoy Massa mide entre 7 y 9 puntos en Provincia y eso dificulta que los legisladores e intendentes renovadores puedan realizar una elección competitiva, poniéndolos en una situación en el que podrían pedir sus bancas y municipios. Julio Zamora, intendente de Tigre, ya se adelantó y cerró con el PJ para evitar esto mismo.
El mismo Massa no parece tener interés en ser candidato a gobernador e incluso sabe que no le corresponde porque Kicillof mide mucho más que él. Su apuesta es ir nuevamente como precandidato presidencial, enfrentando en una PASO esta vez a Alberto Fernández, Daniel Scioli y presumiblemente a Alberto Rodríguez Saa.
Otra opción que analiza es la de encabezar la lista de diputados nacionales por la Provincia. De este modo sería revitalizado por el aluvión de votos que le supondría compartir boleta con la fórmula Fernández-Fernández y presumiblemente con Kicillof. Además, podría ser electo como presidente de la Cámara de Diputados y quedaría tercero en la sucesión presidencial. La última opción, y la más arriesgada, es no participar en las elecciones para luego ser Jefe de Gabinete del próximo gobierno.
Sea cual sea la voluntad de Sergio Massa, la defición final surgirá del consenso con Fernández y Fernández de Kichner, y luego de la consulta a los intendentes de mayor peso. Hoy Axel Kicillof es quien mejores chances les asegura ya tiene una intención de voto virtualmente solapada con la de CFK, que hoy mide más de 50 en el Conurbano. Axel también algunos puntos más que Cristina en el interior, por su acercamiento autocrítico con el sector de los productores agropecuarios, comerciantes y empresarios PyME.
La palabra de Alberto Fernández parece señalar que la candidatura de Kicillof se terminará imponiendo ya que mencionó que era su “economista preferido” y que “es importantísimo ser fuertes en la provincia y ahí Axel está muy bien. Yo creo que no podemos privarnos de un candidato así”.