El gobernador electo de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, tuvo su primera reunión con los intendentes luego de las elecciones generales. Durante el encuentro, Axel aseguró que “en los primeros meses vamos a ponerle un shock de peronismo a la gestión” para “estar verdaderamente cerca de la gente y resolverle el problema inmediato”.
Ya en la previa de la reunión con Vidal, Axel había advertido que “en la provincia hay una emergencia alimentaria”. Esta es una de las principales preocupación del gobernador electo, junto con la cuestión productiva que viene generando el cierre de PyMEs e industrias a lo largo y a lo ancho de la provincia.
En referencia a la cuestión alimentaria, Kicillof manifestó que “desde el punto de vista social, económico la actualidad es preocupante” y que marcó la cancha, diferenciándose de la gobernadora saliente, María Eugenia Vidal. “Nosotros queremos hacer un gobierno distinto, de gestión, no de marketing” remarcó.
Por otra parte, las y los intendentes recibieron muy bien el compromisio de Axel en relación a los partidos que fueron discriminados por la gestión Vidal. En ese sentido, remarcaron que hay obras que se paralizaron en marzo de este año y se mostraron esperanzados porque entienden que “Axel va a trabajar con todos los bonaerenses”.
En ese sentido, durante el encuentro, Kicillof se comprometió a generar un “shock de peronismo” para sacar a la provincia de Buenos Aires de la frágil situación a la que llegó después de 4 años de María Eugenia Vidal y Mauricio Macri.