Paro, protestas y una gobernadora que no da la cara

Trabajadores municipales se movilizaron hoy por la mañana hasta el Palacio Municipal, coincidiendo con la visita de la gobernadora María Eugenia Vidal. Sobre el mediodía, docentes, estudiantes y agrupaciones de mujeres también se manifestaron en contra de Vidal.

Además de municipales y docentes, también trabajadores de la salud del hospital Penna se encontraban de paro. La gobernadora no pudo recorrer la ciudad y sólo realizó una breve recorrida sin anunciar en Barrio Millamapu para luego dar una conferencia de prensa en la Base Aeronaval Comandante Espora.

Qué estamos esperando, que suceda una desgracia. No comprendemos cómo por unos pocos pesos no acondicionan nuestras maquinarias en vez de gastarlo en tercerizaciones. Pareciera que la experiencia de lo ocurrido en la década del 90 no alcanza” manifestó uno de los delegados municipales durante el acto.

En el mismo sentido, el titular del sindicato, Miguel Agüero respondió mediante Twitter a las acusaciones del Secretario de Gobierno municipal Fernando Compagnoni, quien había señalado que se trataba de un paro político y amenazó a los municipales con la tercerización de sus tareas, en caso de efectivizar la medida de fuerza. El dirigente señaló asimismo, que con esa misma plata se podría solucionar el problema y evitar una desgracia.

Como si fuera poco, Héctor Gay no tuvo otra idea que felicitar a los empleados municipales que no hicieron paro y saludar a quienes no pudieron ir al trabajo que lo hubieran hecho de poder. El twitt le costó duras críticas como la del histórico dirigente del PJ, Sergio Paladino.

Poco despues del mediodía, docentes, estudiantes y agrupaciones feministas se movilizaron desde el Ministerio de Trabajo de la provincia hacia la Municipalidad en repudio de la gobernadora Vidal. La visita se da en uno de los momentos más tensos entre la gobernadora y los docentes, después de la tragedia de la garrafa, que -señalan desde Suteba provincia- no fue un accidente ni efecto del ajuste, sino lisa y llanamente corrupción.

En conclusión, no fueron pocos ni pocas, las y los ciudadanos bahienses que se movilizaron para verle la cara a la gobernadora Vidal. Sin embargo, fiel a su estilo, prefiró hablar desde la comodidad que le ofrecen los medios amigos y la seguridad de una base militar.

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