Por segundo año consecutivo, el Instituto Cultural de Bahía Blanca no realizará los tradicionales corsos céntricos. Sin embargo. durante febrero, los festejos de carnaval tendrán lugar en el circuito barrial que comenzará el viernes 1º. Los festejos comenzarán con la 17va edición del Corso a Contramano, organizado por la murga Cucharón.
Será en Plaza Italia, en Estomba al 2300, los días viernes 1º, sábado 2 y domingo 3 de Febrero, a partir de las 19 horas. También participarán otras murgas, batucadas, comparasas, habrá números de circo y malabares y habrá servicio de cantina.
La Cucharón es una de las tantas murgas que desde los barrios bahienses, entrecruza la expresión cultural popular con la consciencia social y el sentir popular. Oriundos del Barrio San Roque, en cuyo centro comunitario se realizan los ensayos, la Cucharón conjuga el refinamiento instrumental con letras que abordan la realidad de cotidiana y política que transita nuestro país.
“hoy gracias a vos yo soy mejor y mañana un poco más / La vida se encargará que sonría la felicidad / En tus colores me voy a envolver para que sea eterno un nuevo amanecer / Curioso irse del que no se va del que se va sólo para volver / Y a contramano siempre estar” suena Cumbita Murguera, uno de los temas que se escucharán este finde y que retrata la pasión por la murga y sus colores.
Una de las piezas fundamentales de toda murga es la crítica, en la que justamente se expresa la disconformidad con el estado de cosas reinante, y las aspiraciones de un pueblo que quiere y merece vivir mejor. 3 años de macrismo son suficientes para ver como “el cambio” impacta no sólo en los barrios sino en el conjunto de nuestra sociedad.
“Nos ajustaron tan fuerte que nos devaluaron tan rápidamente / la plata no alcanza no llegamos al quince y a pedir fiado (…) Se le olvidaron las promesas de campaña / Con el hambre cero ya no engaña / Me matan los precios de cada semana / y la tele trae desde su mafia otra noticia que también es falsa” diagnostica esta murguita en la Crítica que sonará este año… y en un guiño a Mi perro dinamita de Los Redondos rematan “Por qué si soy criticón / y a los boludos les gusta joder y votar a un bobó / Globerto NO! / Les creen ? NO! / Con el bolsillo quebrado, No! / Rejuntando el manguito, sufriendo a éste bobó! ”
Como tantas otras, La Cucharón es una expresión murguera del sentir popular. El barrio, el bombo, la solidaridad y el canto se cruzan para formar un espectáculo único en su género y lamentablemente combatido por su carácter “contestatario”, como dijera hace un año Ricardo Margo, titular de la cartera cultural en una de sus habituales aunque pretéritas provocaciones.
La murga critica, expresa su sana rebeldía frente al poder instaurado y la esperanza popular que no baja los brazos aún en las situaciones más difíciles. Aún en la “retirada”, La Cucharón promete volver y volver a cantar, trayendo la alegría al barrio “si algún día no vuelvo o me obligan a callar / la única muerte que existe es que te puedan olvidar… / Si al que canta lo silencian y se pierde una voz / quiera el pueblo justicia a la voz de liberación (…) Once meses serán de duelo carnavalero, pa que venga febrero y nos vuelva a enamorar”.