Una investigación periodística local dio cuenta de una insólita malversación de fondos públicos de parte del Municipio de Bahía Blanca. El gobierno de Héctor Gay habría gastado más de 25 millones de pesos en carteles y publicidades con sobreprecios que además ni siquiera existieron en la mayoría de los casos.
El gobierno bahiense contrató a la empresa Schapiro Publicidad desde octubre del 2022 hasta agosto de este año. El contrato era para colocar carteles en 46 puntos de la ciudad, sin embargo, solo se colocaron 11.
Además, la administración PRO pagó sobreprecios por las pantallas LED que la misma empresa colocó en distintas ubicaciones de la ciudad. Los sobreprecios superaron el 9.200% del precio de mercado.
La investigación fue realizada por los periodistas del programa Asociación Ilícita, Damián Vallejos y José Fernández Ardaiz, quien también es ex Director General de Gobierno Abierto del Municipio de Bahía Blanca.
Los contratos fueron rubricados por la Secretaría General del Municipio de Bahía Blanca, a cargo de Pablo Romera, por $25.183.389 a Schapiro Publicidad para realizar campañas oficiales con 46 afiches séxtuples, 750 difusiones de contenidos en pantallas LED y 9 gigantografías de lona.
Actualizando los valores a la fecha de la última orden de compra, la suma alcanza los $35.882.103.
En el caso de los afiches séxtuples, los periodistas dieron cuenta que de los 46 pagados, apenas se colocaron 11. Pero además, en algunas de las direcciones estipuladas para su colocación no hay carteleras disponibles y en otras ni siquiera existe estructura alguna.
La cartelería que sí fue pagada y colocada en su totalidad fueron las gigantografías de lona que que se ven arriba de los edificios. La secretaría a cargo de Romera contrató 9 carteles en 8 ubicaciones. En las imágenes se podían apreciar publicidades de la luminaria LED y otras del Centro de Innovación César Milstein.
Sin embargo, con la llegada de la campaña electoral, la totalidad de las gigantografías fueron reemplazas por la imagen de campaña de Nidia Moirano y Patricia Bullrich, las precandidatas a intendenta de Bahía Blanca y presidenta de la Nación por el PRO, respectivamente.
Quizás una de las mayores polémicas del escándalo sean los insólitos sobreprecios en la contratación de publicidad en las pantallas LED de la ciudad.
En este ítem se aprecia un sobreprecio a favor de Schapiro Publicidad que llega hasta 9.200%.
Prueba de ello es que el municipio bahiense contrató al mismo tiempo unas 750 emisiones en 5 pantallas a Schapiro; y otros 6 mil videos en 2 pantallas a la empresa Primate, a nombre de Andrés Manuel Pombo.
La diferencia entre los costos entre las empresas es exorbitante: se le pagó 690 mil pesos a Schapiro contra $60.500 a Primate.
Realizando las cuentas correspondientes, el gobierno de Gay (a través de la secretaría de Romera) pagó $920 por cada emisión a Schapiro, al mismo tiempo que le pagaba apenas diez pesos a Primate por cada emisión.
Schapiro Publicidad es una empresa fundada en los años 90 y comandada por los hermanos Sebastián y Néstor Schapiro, conocidos por muchos vecinos bahienses por su presencia en medios de comunicación, destacándose su paso por un micro en un noticiero local donde anuncian los números ganadores de las loterías.
Cabe destacar que para cada contratación de pauta oficial, las certificaciones, contratos y la facturas pasan por varias oficinas de la comuna.
Desde la Secretaría General de Pablo Romera hasta la de Economía de Juan Ignacio Esandi, los contratos de pauta oficial pasan por el Departamento de Compras que lidera Mariano Trellini, el de Contaduría de Marcelo Zeppa y el de Tesorería de Leandro Hugo Panis.
Para peor, los periodistas afirmaron que intentaron obtener respuestas de parte del municipio, desde donde se limitaron a negar los hechos. Lo concreto es que en un año electoral, se desviaron fondos por más de 25 millones de pesos de los bahienses.