El escritor y filósofo bahiense, Jorge Mux, conversó con Juan Ignacio Guarino al aire de El Ágora en Radio Nacional.
Como pasatiempo, Mux publica en sus redes noticias falsas que él mismo crea como un ejercicio literario. “Yo lo llamaría un experimento literario” describe en relación a sus publicaciones.
“Hay una serie de sitios famosos que trabajan noticias falsas y juegan con la idea de que alguien se las va a creer (…) Hacen humor generando noticias que tienen algún rasgo de verosimilitud”.
En ese marco, recomendó los sitios El Mundo Today e InfoGarch, al que describió como “muy bizarro” y contó que incluso publican “noticias en las que se involucran personas con nombre y apellido en cuestiones a veces sexuales y aberrantes”.
“Me gusta la idea de jugar entre lo real y lo ficticio. Eso es un poco la idea. Hace unos años, cuando escribía cuentos. La idea del cuento era que el que arrancaba leyendo pudiera pensar que era una anécdota en primera persona, pero al rato de leerlo se diera cuenta que no podía ser… pero que le quede algo de duda”.
“Me parece que es una buena parte del género narrativo esa idea de preguntarte si efectivamente esto paso o no y que te quede la duda. Que no digas de antemano ‘esto es falso’ o ‘esto no es así'” cuenta sobre la idea detrás de las noticias falsas que produce.
Su primera fake news literaria
“Yo arranqué publicando una noticia falsa mucho antes de la pandemia, a fines de 2019, con una plataforma que me permitía generar fake news, muy parecidas a un diario, a la portada de La Nueva Provincia, por ejemplo. Y si no recuerdo mal era que se habían escapado ocho monos radiactivos de un centro de estudios en Bahía Blanca”.
“Estaban todas focalizadas en la ciudad de Bahía Blanca en ese momento y mucha gente se las creyó o por lo menos pareció que se lo hubieran creído” contó sobre la primera fake news que publicó.
“Provoqué unos cuantos problemas porque al principio las noticias eran verosímiles, no ésa justo. Pero hubo algunas que tenían un grado verosimiltud bastante grande entonces parecía publicada de un diario… yo no hacía los guiños que hago ahora que hay siempre una cuestión claramente humorística… al principio hacía eso”.
“Hubo problemas con eso” cuenta y se explaya:
“Hubo un caso en el que alguien compartió en varios muros diciendo ‘miren lo que está pasando’ y bueno después tuvo que pedir disculpas y por supuesto esa persona se enojó conmigo. Entonces, bueno, esas cosas pasan también”.
Fake news y amarillismo
“El periodismo o buena parte del periodismo se ha especializado en lo que llamabamos la noticia amarilla” reflexiona Jorge y señala que “se han desdibujado bastante” los límites con las “noticias serias”.
“Uno se encuentra en lo que uno creía que era periodismo serio, noticias aberrantemente faltas de credenciales… digamos falsas… porque en última instancia uno en muchos casos no puede corroborar si es verdadero o falso. Pero está lleno de noticias muy flojas de credencias, entonces creo que el mismo periodismo ha fomentado la incapacidad de distinguir entre lo verosímil y lo real… o entre lo inverosímil y lo real”
Sin embargo “también la propia realidad se ha encargado de eso… han ocurrido cosas bastante inverosímiles” y cuenta que un conocido le mostró “la noticia de un ciudad donde tuvieron problemas y los funcionarios acusaban de esos problemas a los fantasmas y era prácticamente lo mismo que yo había inventado en una noticia falsa”.
“Hay algo ahi que te permite dejar la duda. El tema es que cuando uno lo hace de forma recurrente y tiene ciertos guiños, los que leen ya saben que eso no puede ser cierto. Pero algún desprevenido puede creer que sea cierto.
Los guiños los dejo apropósito porque no está bueno jugar con que la noticia sea demasiado verosímil. Eso sería como lo que me pasó aquella vez que hubo gente que lo compartió de buena fe y se sintió defraudada (…) no tenía por qué pensar que era falsa”.
La instalación de un “vaculeatorio”
“La última que he publicado y que causó cierta gracia fue la de una persona que instala en vez de un vacunatorio, instala un ‘vaculeatorio’, esa tuvo cierto impacto porque fue cómica. Por supuesto no es un vacunatorio, sino que como el nombre indica es otra cosa” contó.
“Un par de personas me preguntaron ‘¿pero esto dónde es?¿Esto es verdad?’. Está esa idea de que por más que sea claramente inverosímil y haya guiños hay mucha gente que duda” concluyó.
