El Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca Argentina (CREEBBA) publicó su informe sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente al mes de septiembre. Los datos revelan una desaceleración significativa en la tasa de inflación, marcando un hito importante en la evolución económica de la ciudad.
Según el informe, el IPC-CREEBBA mostró una variación del 3,1% en septiembre, lo que representa una disminución de 1,3 puntos porcentuales respecto al mes anterior. Este registro no solo es el más bajo desde noviembre de 2021, sino que también marca una tendencia decreciente en los últimos meses, pasando de 5,9% en mayo a 3,1% en septiembre.
A pesar de esta desaceleración, la inflación acumulada durante 2024 alcanzó el 115,8%, mientras que la variación interanual se situó en un 228,5%. Estos datos reflejan que, si bien hay una mejora en el corto plazo, el impacto inflacionario sigue siendo significativo en una perspectiva anual, a causa del aumento de la inflación en los primeros meses de gobierno de Javier Milei.
El informe detalla las variaciones por capítulos de la canasta del IPC-CREEBBA, donde se observa que el sector de Educación experimentó el mayor aumento mensual con un 5,5%, seguido por Bienes y servicios varios con un 4,5%, y Salud con un 3,9%.
En el rubro de Alimentos y bebidas, que suele ser uno de los más sensibles para la economía familiar, se registró un aumento del 3,7%. Dentro de este capítulo, se destacan aumentos significativos en productos como la papa (11,3%), el agua mineral (10,3%) y la naranja (9,6%). Por otro lado, se observaron bajas en algunos alimentos básicos como la leche fresca (-2,8%) y el pan (-2,9%).
Es importante destacar que el CREEBBA realizó actualizaciones metodológicas en su IPC a partir de enero de 2021, basándose en los datos de la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHO) de 2017-2018, lo que proporciona una base más actualizada para el cálculo del índice.
El informe también ofrece un detallado cuadro de precios medios de alimentos y bebidas, permitiendo un análisis comparativo mes a mes y anual. Este nivel de detalle es crucial para entender cómo los cambios en los precios afectan directamente a los consumidores en productos de primera necesidad.